Este año está a punto de terminar y las vidas perdidas siguen sumándose. Hoy, 29 de diciembre, el mundo de la moda le dijo adiós a uno de sus principales impulsores y creadores: Pierre Cardin (1922-2020), el hombre que revolucionó la industria.
Cardin, de padres franceses, nació en Italia en 1922, fue el más joven de 11 hijos. Sus padres querían que fuera arquitecto, pero desde niño sus intereses eran la moda y el diseño. Su negocio comenzó como sastre y trabajando junto a la Cruz Roja durante el gobierno nazi de Vichy en Francia.
La esencia de Pierre fue descubriéndose cuando, aunque alta costura parisina siempre había sido exclusiva y de alta gama, así como personalizada y sumamente cara, Cardin rompió los esquemas. Lanzó colecciones de prendas listas para vestir, llevando la alta costura a las clases medias.
Además, otro de sus grandes pasos en la moda fue cuando, tras abandonar la prestigiosa casa de Dior para crear su propio taller, Pierre no comenzó a hacer alta costura, sino disfraces y máscaras para el teatro y el cine.
En 1946 creó el vestuario para la película La bella y la bestia de Jean Cocteau.
Más adelante, Cardin siguió colaborado en cine y teatro, así como en pantalla, haciendo los trajes de John Steed y Emma Peel para el programa The Avengers, en los años 60.
Meses más tarde, el modisto volvió a sorprender dentro de la industria al crear los sacos “cilindros”, llamados así porque no tenían cuello. Para presentarlos, Cardin prefirió elegir estudiantes antes que modelos, lo que, una vez más, abrió un debate en su entorno.
Los primeros artistas en vestir sus modelos fueron The Beatles, luego de que quien se encargara de vestir al cuarteto se inspirara en las creaciones de Pierre.
Durante sus últimos años de vida, Pierre siguió trabajando y creando nuevos modelos, pero lo hacía según sus propias reglas: ninguna colección anual ni desfile durante la Semana de la Moda, prefería presentar, por casi una hora, 200 siluetas.
De acuerdo con la cadena de radio France Inter, para la presentación de su última colección, además de nuevos pares de gafas futuristas, Cardin imaginó siluetas “flotantes”: vestidos cortos negros con paneles de colores.
