Piden que comience la función en salas de cine
Desde que comenzó la pandemia, hace poco más de tres meses, las salas de cine se encuentran cerradas, lo que les ha generado pérdidas millonarias que repercuten en las finanzas de sus dueños y empleados, por lo que le piden al gobierno federal y a los locales que les permitan abrir para sobrevivir
Hidalgo Neira¿Cuándo abrirán de nuevo los cines en México? Esa es la pregunta que miles de cinéfilos se hacen día a día, pero que debido a las políticas federales sanitarias, la decisión será de los gobiernos locales, por lo que apenas Aguascalientes, Morelos, Quintana Roo, Michoacán, Veracruz, Hidalgo, San Luis Potosí y Chiapas son las entidades donde se ha permitido la reapertura de las salas de cine.
La Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (CANACINE) ha reportado que alrededor de 100 millones de boletos se han dejado de vender desde que inició la pandemia en México, lo que equivale a alrededor de 3 mil millones de pesos.
“El riesgo que está corriendo la industria es absolutamente real, y de ahí que estemos buscando muchísimo la facilidad de las autoridades, que se den cuenta que esta es una de las principales industrias en el mundo, por lo que la tenemos que cuidar. El hecho de que estemos en esta situación de cierre y que insistamos en sentirnos discriminados, hace que esto se agrave mucho”, comenta Tábata Vilar Villa, directora de CANACINE, en entrevista para Reporte Índigo.
Al igual que Vilar Villa, las salas independientes como La Casa del Cine y Cine Tonalá compartieron cómo es que se encuentran sus negocios que han permanecido cerrados por más de tres meses, generando gastos de miles de pesos, por lo que necesitan abrir cuanto antes para sostener sus nóminas.
“Los costos operativos de un proyecto como Cine Tonalá son muy altos, en primer lugar porque el equipo de proyección es profesional, eso ya es una inversión importante, después están el restaurante, el bar y toda la nómina, es más o menos como de 500 mil pesos los gastos operativos mensuales de Roma Sur; de Tijuana, anda más o menos igual, y la renta de allá está en dólares, porque es la usanza de allá”, platica Juan Pablo Bastarrachea, cofundador del Cine Tonalá.
Carlos Sosa, quien es director de La Casa del Cine, expresa que los gastos mensuales de dicho recinto cultural ascienden a los 200 mil pesos. Gracias a que su casero tuvo consideración del negocio, el espacio fílmico se encuentra pagando la mitad de su renta; sin embargo, la suma que sigue desembolsando mes con mes es de 120 mil pesos para cubrir pagos administrativos.
“Creo que a todos nos ha afectado de una manera sustancial, a manera personal, pues sí, me quedé sin ahorros por completo, pero siempre hay personas que la tienen más complicada. Tengo la fortuna de tener de pronto el apoyo del negocio del que yo crecí, y que mis padres trabajaron y fundaron y me han hecho algunos préstamos por ahí”, dice el también productor audiovisual.
“Hemos tenido que estar yendo, ahora sí que gobierno estatal por gobierno estatal, tratando de que entiendan porqué el cine puede ser considerado una actividad segura, y tan es considerada una actividad segura, que en Japón y Corea no cerraron, nada más implementaron protocolos. No entendemos muy bien cuál es la lógica de que un restaurante, de que una iglesia, de que inclusive una estética de tatuajes, que eso es lo que está ocurriendo en Jalisco ahorita, les permitan la apertura y no a los cines”, comparte la directora de CANACINE.
La Cámara de la industria fílmica indicó a Reporte Índigo que Cinépolis y Cinemex se verán forzados a cerrar definitivamente 9 salas y 5 espacios de proyección, respectivamente, en Ciudad de México, Estado de México, Chiapas, Querétaro, Durango, Guanajuato, Aguascalientes, Nuevo León y Jalisco, lo que es el primer golpe para desestabilizar a la industria fílmica del país.
Exhibidoras grandes: soportando la crisis
La cifra de los 100 millones de boletos que no se vendieron desde hace tres meses en salas fue resultado de un estudio que CANACINE realizó haciendo el promedio de la taquilla acumulada durante este periodo, en los últimos cinco años, por lo que Vilar Villa exhorta a que la cadena de productividad afecta no sólo a las exhibidoras, sino a terceros en este ramo.
Al interior del país, donde ya operan algunos complejos de Cinépolis y Cinemex, las películas que se proyectan son reestrenos o cintas que ya están agotando su ventana comercial. Ante la pregunta de por qué no han llegado nuevas producciones a la pantalla, la ejecutiva fílmica comparte que es un tema de las distribuidoras, sobre todo las estadounidenses.
“Ellos gastan tantos millones en su producto que no los van a soltar hasta que exista un verdadero mercado abierto, están reteniendo sus productos y esto está sucediendo en todo el mundo, no solo en México, es una situación bien compleja porque hasta que no exista esa infraestructura abierta, los estrenos no van a soltarse y en la medida de que no se suelten, la gente no va a ir al cine”, dice.
Recortes y donaciones al cine
A diferencia de los espacios que pueden diversificarse, debido a su servicio de restaurante en el lugar, La Casa del Cine no ha podido hacer esto durante la pandemia. Carlos Sosa platica que desde que se declaró la crisis sanitaria, el inmueble de República de Uruguay 52 está cerrado completamente.
“El primer mes pudimos pagar los honorarios al 100 por ciento, y después el mismo equipo de trabajo de La Casa del Cine, que es gente bien solidaria, se propuso para que los honorarios se redujeran un porcentaje y pudiera ser más cómodo el pago, pero no hemos dejado de pagar”, agrega.
La Casa del Cine ha capoteado la penuria financiera con apoyo de productores que han seguido financiado el proyecto en estos momentos, además de que la alcaldía Cuauhtémoc, que es donde se encuentra, hizo la compra anticipada de boletos por adelantado para que su economía no se viera tan afectada; esto logró sopesar el 30 por ciento de los gastos regulares, admite Sosa.
Para Cine Tonalá el panorama ha sido complicado, tuvieron que hacer recortes y a pesar de que ellos sí cuentan con un servicio de comedor para llevar y domicilio, sus números han sido negativos desde que comenzó la contingencia.
“Algunos se fueron a hacer medio tiempo, digamos, y a unos les convenía más que los liquidáramos con todas las de la ley a esta opción. Estamos en números rojos, estamos apostando a que la reapertura traiga poco a poco ingresos y al público de vuelta”, describe Bastarrachea.
La sala independiente recientemente tuvo una campaña en Donadora, donde pretendían acumular un millón 800 mil pesos, pero solo lograron recabar poco más de 471 mil pesos; actualmente se encuentran promocionando su nuevo portal en donde se ofrecen rentas económicas de cine de arte.