El crisis sanitaria que se vive en el mundo por el brote del nuevo coronavirus Covid-19 puso los reflectores sobre las enfermedades zoonóticas, aquellas transmitidas de animales a humanos, y los mercados de vida silvestre.
Aunque aún quedan preguntas no resueltas sobre los orígenes exactos del Covid´-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado que es una enfermedad de origen zoonótico.
De acuerdo con una encuesta realizada por World Wildlife Fund (WWF) más del 90 por ciento de los participantes en el Sudeste Asiático y Hong Kong manifestaron su apoyo al cierre de mercados de especies silvestres ilegales y no reguladas.
La encuesta se realizó del 3 al 11 de marzo a 5 mil participantes de regiones como Hong Kong, Japón, Myanmar, Tailandia y Vietnam. Los encuestados fueron seleccionados al azar y representaban el género y la edad de la población en línea de sus mercados respectivos.
En todos los mercados, de acuerdo con WWF, excepto en Japón, por lo menos 90 por ciento de los participantes expresaron su apoyo a los esfuerzos de los gobiernos y los ministerios de salud para cerrar todos los mercados de vida silvestre ilegales y no regulados en sus países.
Sin embargo, en Japón, el 59 por ciento respondió que no existen tales mercados en su país, por lo tanto, esto puede explicar por qué solo el 54 por ciento afirmó que respaldaría tales medidas gubernamentales.
También se encontró que el 82 por ciento de los entrevistados están extremadamente o muy preocupados por el brote del Covid-19. El gobierno de China anunció el pasado 24 de febrero una prohibición integral del consumo de animales silvestres. La encuesta de WWF revela que los ciudadanos apoyan acciones similares de otros gobiernos de la región.
Esta fue la primera encuesta de opinión pública sobre la conexión entre Covid-19 y el comercio de vida silvestre realizada en Asia.
Ejemplo a seguir en medidas para vida silvestre
“China ha dado grandes pasos con la prohibición de la caza, el comercio, el transporte y el consumo de animales silvestres, y Vietnam está trabajando en directivas similares”, dijo Christy Williams, director regional del Programa Asia Pacífico de WWF.
De acuerdo con Williams, otros gobiernos asiáticos necesitan seguir el ejemplo y cerrar sus mercados de vida silvestre de alto riesgo para poner fin a este comercio de una vez, con el objetivo de salvar vidas humanas y ayudar a prevenir la repetición de la crisis social y económica que se vive hoy en todo el mundo.
Casi 9 por ciento de los encuestados declararon que ellos o alguien que conocen habían comprado productos de vida silvestre en los últimos 12 meses y un 84 por ciento señaló que es poco probable o muy poco probable que compre estos productos.
“El público de Asia ha hablado, aquellos que viven en países donde los mercados de vida silvestre son más prevalentes exigen que se reduzca el consumo de estas especies y que se elimine su comercio ilegal y no regulado. La gente está profundamente preocupada y apoyaría las decisiones de gobiernos para prevenir posibles futuras crisis sanitarias mundiales originadas en los mercados de vida silvestre”, dice Marco Lambertini, director general de WWF Internacional.
Para él, es hora de encajar las piezas entre ese tipo de comercio, la degradación ambiental y los riesgos para la salud humana. “Tomar acción ahora para los humanos, así como para las muchas especies de vida silvestre amenazadas por el consumo y el comercio, es crucial para nuestra sobrevivencia”.
Además de provocar problemas a la salud, el comercio insostenible de vida silvestre es la segunda mayor amenaza directa a la biodiversidad a nivel mundial, después de la destrucción del hábitat.
Las poblaciones de especies de vertebrados en el mundo disminuyeron en un promedio 60 por ciento desde 1970, y un informe de 2019 de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia-Política sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas (IPBES) concluyó que un promedio del 25 por ciento de las especies globales está actualmente en peligro de extinción.