Durante la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, confesó ayer que se quedó con un sabor amargo tras no lograr repatriar el Penacho de Moctezuma a México, como se lo había propuesto al principio del sexenio, y acusó al gobierno de Austria de “esconder” algo en torno a esa valiosa pieza plumaria que se exhibe en el Museo de Etnología de Viena.
“Yo me temo, y lo voy a decir abiertamente, que el gobierno de Austria algo esconde con el Penacho, no sé si está roto o está reemplazado, algo hay, que lo respondan ellos, por las groserías que le hicieron a México cuando lo pidió, a través de mi persona”, declaró la también escritora y académica.
“A veces las peticiones, deseos o acciones en favor de algo que queremos lograr, no se logran y queda ese sabor amargo, pero lo que queda es la esperanza de volverlo a pedir. Ojalá en el futuro tengan más éxito otros gestores o gestoras con el gobierno de Austria”, dijo.
🇪🇸🇦🇹#LaMañanera| “Con un sabor amargo” se va la escritora y esposa del presidente de México, Beatriz Gutiérrez Müller por el rechazo del gobierno de Austria de devolver el penacho de Moctezuma y que autoridades de España no emitieran una disculpa a pueblos originarios pic.twitter.com/DnmLaWPJAj
— La Jornada Tlaxcala (@JOrienteTlax) September 11, 2024
En junio del año pasado, el presidente de México también había criticado la “actitud muy prepotente del gobierno de Austria” por no querer devolver la pieza, argumentando que no se puede mover porque se destruye.
Sin embargo, este sexenio que está por terminar no ha sido el primero que ha intentado, sin éxito, devolver la pieza a territorio mexicano, de donde habría salido en el siglo XVI.
Las verdaderas razones por las que no puede viajar el Penacho de Moctezuma
En el mandato de Felipe Calderón, México solicitó la pieza en préstamo para que pudiera ser exhibida temporalmente en la Ciudad de México, a cambio de una muestra de piezas mexicanas en Austria. Entonces, a pesar de las negociaciones diplomáticas y la cooperación académica que se estableció, la pieza no volvió debido a que estudios científicos comprobaron que su estado de conservación es frágil y no soportaría las vibraciones de un vuelo.
Entre 2010 y 2012, el gobierno de México y Austria firmaron un convenio de colaboración binacional para que especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Museo de Etnología de Viena analizaran e intervinieran el objeto plumario. De esos estudios realizados con la tecnología más avanzada de entonces, el grupo de especialistas binacional concluyó que el objeto era muy frágil, con lo que un posible préstamo era imposible.
#Sabíasque una de las joyas del Museo Nacional de Antropología es la réplica del quetzalapanecayotl, conocido popularmente como el penacho de Motecuhzoma? Fue una donación del expresidente Abelardo Rodríguez en 1940. Fue hecho por el amanteca mexicano Francisco Moctezuma. pic.twitter.com/pFsN8nMI8g
— Tlatoani_Cuauhtemoc (@Cuauhtemoc_1521) May 2, 2020
“Los resultados de las investigaciones científicas hechas por la Universidad Técnica de Viena han mostrado que debido a las frágiles condiciones del objeto, transportarlo en aire no es posible. Mientras tanto, estamos explorando otras maneras de compartir el penacho sin moverlo”, declararon en 2012 Sabine Haagh, directora general del Museo de Historia del Arte de Viena, que tiene a su cargo el Museo de Etnología de Viena, y Steven Engelsman, director del recinto donde la pieza se exhibe.
En esa entrevista, explicaron que su fragilidad se confirmó mediante “una observación detallada y precisa de rayos X, y la observación de la parte posterior del tocado, que no había sido posible desde 1878”.
Los resultados de esos estudios también se dieron a conocer en un libro publicado en alemán y en español, El Penacho del México prehispánico. Ahí, los especialistas de ambos países detallaron la historia de la llegada de esa pieza a la colección austriaca, así como aspectos técnicos y de conservación de lo que consideran un “documento único del periodo de la conquista española de México que se conserva en Austria desde finales del siglo XVI”.
Una vez culminado ese estudio, el penacho volvió a las salas del museo para ser exhibido en una vitrina especial, fabricada con materiales inertes y estrictas medidas de conservación. Ahí ha permanecido para que el público de todas partes del mundo lo pueda conocer y, hasta 2022, los mexicanos podían entrar gratis para verlo.
RT @elheraldo_mx: Penacho de Moctezuma regresa al @WeltmuseumWien de Viena y los mexicanos podrán admirarlo gratispic.twitter.com/sIscvxz74x
— Webcams de México (@webcamsdemexico) October 30, 2017
Las negociaciones de Beatriz Gutiérrez Müller para regresar el Penacho
Con la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador a Palacio Nacional, la idea de que el supuesto tocado mexica volviera al país revivió.
En octubre de 2020, Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente, viajó a Europa para rescatar algunas piezas arqueológicas y pedir en préstamo códices, como el Florentino y el Códice Cospi o Bologna, para exhibirlos en una exposición conmemorativa por los 200 años del fin de la Independencia de México y los 500 años de la caída de Tenochtitlan.
El tan peleado penacho de Moctezuma, un tesoro prehispánico de nuestro México en Austria. Ha existido 500 años y se espera que dure otros 500 años más por la restauración de su material orgánico. Hoy en día tiene un valor de 500 millones de dólares 🤯. pic.twitter.com/9ZuKI7YM0W
— Alestesio 💉⚡️ (@alegizquierdo) February 28, 2024
Fue en ese contexto que la historiadora visitó Austria para solicitar la pieza en discordia. Ahí se reunió con el presidente Alexander Van der Bellen.
Y aunque algunos de los códices y piezas solicitadas durante esa gira fueron exhibidos en la exposición La Grandeza de México en 2021, en el Museo Nacional de Antropología, el préstamo del Penacho de Moctezuma no se logró.
Linea del tiempo
- Siglo XVI. Según la versión más comentada, la pieza fue un regalo de Moctezuma a Hernán Cortés
- 1596. Fue registrado como “sombrero morisco” en un inventario de la Colección de Ambras, propiedad del archiduque Fernando II de Tirol
- 1878. La pieza permaneció en ese castillo de Innsbruck, Austria, hasta este año cuando Ferdinand von Hochstetter, director del Museo Imperial de Historia Natural, lo halló doblado en el rincón de una vitrina
- 1928. En este año se inauguró el Museo Etnológico de Viena, donde la pieza ha estado desde entonces