¿Peligramos al hablar al volante?
En medio de la conmoción y polémica que ha despertado el documental del director alemán Werner Herzog sobre las víctimas del texting al volante, la semana pasada se publicó un nuevo estudio en American Economic Journal que revela que hablar por celular al manejar no representa un peligro para el conductor.
Eugenia RodríguezEn medio de la conmoción y polémica que ha despertado el documental del director alemán Werner Herzog sobre las víctimas del texting al volante, la semana pasada se publicó un nuevo estudio en American Economic Journal que revela que hablar por celular al manejar no representa un peligro para el conductor.
La investigación realizada por expertos de la Universidad Carnegie Mellon y la London School of Economics, contradice los resultados de una ola de evidencias científicas traducidas en campañas publicitarias para concientizar al público sobre el aumento del riesgo de sufrir un accidente vial por enviar mensajes de texto y hablar por celular al conducir.
“Hablar por celular al conducir puede distraer, pero, en el contexto que estudiamos, no trae consigo un mayor riesgo de accidentes”, dijo Saurabh Bhargava, docente de economía de la Universidad Carnegie Mellon.
Esa postura proviene de la conclusión tras analizar más de ocho millones de casos de accidentes de tráfico –algunos mortales– en ocho estados de Estados Unidos. Utilizaron estos datos para comparar las tasas de accidentes antes y después de las 21:00 horas durante un periodo de tres años.
Después de este horario y a lo largo de ese periodo de tiempo, las operadores de telefonía móvil estadounidenses ofrecieron llamadas gratuitas.
“Una hipótesis es que los conductores pueden compensar la distracción de uso del celular al decidir selectivamente cuándo hacer una llamada o cuando conducir de forma consciente, con más cuidado”, explicó Bhargava.
Sin embargo, los autores advierten que no se analizaron los efectos de los mensajes de texto y de navegar por Internet. “Es posible que estas actividades representen un verdadero peligro”, expresó Vikram Pathania, de la London School of Economics.