Sin pena ni gloria: películas que ganaron el Oscar y que pocos recuerdan

La vida no es justa y mucho menos los Premios Oscar de la Academia que, a lo largo de su historia, han estado en el ojo de la polémica por entregar la estatuilla de Mejor Película a cintas que pasaron al olvido.

De hecho, no se trata sólo de que las cintas premiadas como Mejor Película fueron olvidadas sino que, todavía más importante, fueron reconocidas por encima de otros largometrajes que a opinión del público tenían una clara calidad superior.

Por esta razón, a continuación te compartimos los premios más polémicos en los que el galardón a Mejor Película fue entregado de forma injusta.

Gigi le ganó a Hitchcock 1958

La gata sobre el tejado de Zinc estaba nominada a mejor película y era la favorita pero contra todo pronóstico el musical Gigi de Vicente Minelli se impuso a la citada. Pero lo verdaderamente absurdo fue que verdaderas obras maestras como Vértigo de Hitchcock o Sed de Mal de Orson Welles ni siquiera recibieran nominación.

Rocky le ganó a Taxi Driver en 1976

A mediados de los 70 nació uno de los personajes más populares del cine en las últimas décadas. Eso no quita que la historia de este boxeador con el rostro de Sylvester Stallone fuera mejor que Todos los hombres del presidente o Taxi Driver.

Carros de fuego le ganó a Spielberg en 1981

Una banda sonora fantástica no hace una gran película, aunque no todos debieron pensar lo mismo cuando eligieron esta película dirigida por Hugh Hudson en vez de En busca del arca perdida de Steven Spielberg o Rojos.

Memorias de África le gana a Spielberg en 1985

La academia valoró más la edulcorada historia de amor protagonizada por Meryl Streep y Robert Redford en Kenia que ya pasó al olvido que la intensidad y el alegato racial de El color púrpura.

Shakespeare in love le ganó a Salvando al soldado Ryan en 1998

Se trata de, probablemente, uno de los robos más claros. Hasta la actualidad, la gente sigue preguntándose qué vio la Academia en esta obra “Shakesperiana” (por decir algo), arrebatando la estatuilla a joyas como Salvando al Soldado Ryan de Spielberg o La delgada línea roja de Malick.

Hasta La vida es bella de Benigni (que ganó en categoría de mejor filme de habla no inglesa pero también estaba nominada a mejor película) es bastante superior a la ganadora, que dirigió John Madden. El hombre debe aún preguntarse cómo tuvo tanta fortuna para que su film fuera el agraciado.

Crash le ganó a Secreto en la montaña en el 2005

Munich, Secreto en la montaña, Capote, y Buenas noches y buena suerte eran las películas rivales en categoría de mejor película contra Crash, cinta que es recordada en contadas ocasiones y no para bien.

De hecho, sus rivales son mucho más duraderas y mejor recordadas hoy en día.

Brokeback Mountain de Ang Lee era favorita pero el tema de la homosexualidad y el amor real entre dos cowboys no fue bien visto en ciertos sectores conservadores de la Academia. O eso se cuenta. Lo que sigue sin entenderse es que no ganara, al menos, Munich, que es de lo mejor que ha rodado Spielberg jamás.

El discurso del rey le ganó al Cisne negro en 2010

Quizás aquí el premio no sea tan injusto pero lo cierto es que la competencia era cerrada. Este largometraje centrado en el problema de tartamudez del monarca inglés Jorge VI fue elegido por delante de Cisne negro y la trascendental Origen.

The Artist le ganó a Scorsese en el 2011

Este homenaje al cine mudo caló entre los académicos. Sin embargo, cuanto menos resulta dudoso que sea una mejor propuesta que la película de Martin Scorsese Hugo, Los descendientes, Criadas y señoras, El árbol de la vida y Midnight in Paris, con las que competía.

Argo le gana a Tarantino en 2012

Aunque la película dirigida y protagonizada por Ben Affleck es un buen film, ese año se batía el cobre con Django desencadenado, Bestias del sur salvaje, La noche más oscura y Los miserables y cuesta mucho asegurar que fuera mejor que estos títulos.

Moonlight le gana a La La land en 2016

La última gran controversia en el principal premio de la gala se vivió en 2016, cuando Warren Beatty se equivocó al nombrar La, La, Land como mejor película cuando la elegida había sido Moonlight.

Muchos aún piensan que esa equivocación debía haberse permitido y dejar que el musical de Emma Stone y Ryan Gosling triunfara como la cinta más destacada del año.