Pelea entre héroes

La historia de “Civil War”, una serie de cómics de Marvel, resalta porque se olvida de los súpervillanos y de la lucha entre el bien y el mal; el cómic enfrenta dos ideales distintos y a sus campeones: Iron Man escoge la seguridad y Capitán América la libertad.

Ellen Nakashima Ellen Nakashima Publicado el
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La historia de “Civil War”, una serie de cómics de Marvel, resalta porque se olvida de los súpervillanos y de la lucha entre el bien y el mal; el cómic enfrenta dos ideales distintos y a sus campeones: Iron Man escoge la seguridad y Capitán América la libertad.

Una explosión frente a una escuela primaria provocada por el enfrentamiento entre los New Warriors –jóvenes superhéroes- y un grupo de súpervillanos, entre ellos el responsable de la explosión, Nitro, incita al gobierno de  Estados Unidos a crear la “Superhuman Registration Act”, una propuesta de ley que exige a los superhéroes que trabajen para ellos y que se registren oficialmente.

Iron Man – Tony Stark –, acepta la medida y se convierte en su principal promotor. Alrededor de él se agrupan héroes dispuestos a colaborar con el gobierno, como Reed Richards – el Sr. Fantástico – y Spider-Man – Peter Parker –.

Stark está tan comprometido a evitar una nueva catástrofe que está dispuesto a sacrificar la identidad de sus compañeros superhéroes. En uno de los momentos más emblemáticos del cómic, Stark convence a Spider-Man de revelar públicamente su identidad como Peter Parker con el objetivo de reafirmar el compromiso de los superhéroes con el registro gubernamental.

En la esquina contraria, Capitán América – Steve Rogers –, considera la medida no sólo innecesaria, sino una intrusión por parte del gobierno en la vida de los superhéroes y un atentado en contra de la libertad; prácticamente el primer paso para convertirse en un Estado policiaco.

A él se unen héroes como Daredevil – Matthew Murdock – y los miembros de Los Cuatro Fantásticos: Johnny Storm y Sue Richards, la Antorcha Humana y la Mujer Invisible, respectivamente; quienes coinciden en que el registro ante el gobierno despoja la identidad secreta y deja a los súperhumanos expuestos al ojo público.

El conflicto suena bastante político para un cómic: no es posible ignorar que la trama toma ciertos elementos de la realidad política que vive Estados Unidos actualmente.

>> A Eduardo Rocha le gusta hablar y escribir sobre cómics, es por eso que se ha dedicado a escribir sobre el tema en el sitio “Desde el Globo”.

Tony Stark está totalmente convencido de que garantizar la seguridad de los ciudadanos está por encima de la privacidad y la libertad individual; mientras que Steve Rogers insiste que los valores norteamericanos de la libertad y la democracia deben triunfar por encima del intento de control de la población basados en el miedo y en una falsa promesa de seguridad.

Resultaría difícil adaptar fielmente todos los elementos del cómic: de entrada el número de personajes que participan en la historia gráfica es demasiado para que todos puedan estar en una película.

Pero los elementos del control gubernamental sobre los superhéroes siguen, y la lucha entre los ideales de seguridad y libertad se mantiene como la base de la historia. 

El súper soldado le ha dado la espalda a un gobierno en el que ya no cree, mientras que el millonario con una armadura está listo para hacer valer la ley: que comience la pelea.

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