Una noticia que revivió el filme de William Friedkin, El Exorcista, fue la de la captura de Paul Bateson, quien había participado en el largometraje como un extra en una de las escenas más impactantes.
Bateson fue detenido por el asesinato del crítico de cine Adisson Verril. Por lo que su arresto recordó a muchos su aparición como el radiógrafo barbudo que prepara a la protagonista, Regan, para una angiografía carotidea.
UN CHICO CON PROBLEMAS
Dicen que la mayoría de los asesinos seriales vivieron infancias más que difíciles, traumáticas. Bateson tuvo una infancia oprimida por su padre quien lo maltrataba físicamente en varias ocasiones.
De acuerdo con Bateson, su padre lo obligaba a escuchar la ópera en la radio en las matinées del sábado en el cine local. Además de inculcarle el vicio del alcohol.
Así, Paul Bateson creció en una tensa relación con su padre y, más tarde, descubrió su homosexualidad. Al mudarse, en 1964, a Nueva York tuvo una vida de fiestas y posteriormente se formó como técnico en radiología neurológica.
Uno de los sucesos que más lo marcó fue la muerte de su madre a causa de un fulminante derrame cerebral. Lo que devastó a su hermano menor, quien se suicidó.
ELOGIOS EN EL EXORCISTA
Cuando el director de El Exorcista, William Friedkin, estaba planeando realizar esta cinta, visitó el Centro Médico de Nueva York, donde Paul Bateson trabajaba.
Al observar cómo se realizaban las angiografías por medio de la punción de la arteria carótida, Friedkin decidió incluir este proceso médico en su película. Y convenció a Bateson, quien realizó la angiografía, de participar en su obra.
La impresión de este proceso médico en Friedkin no era menor, pues había mucha sangre de por medio. Y así, Paul Bateson aparece como un extra dentro de El Exorcista.
En la escena, Bateson prepara a la pequeña Regan para su angiografía. Le habla con cariño, ya que había tenido varios pacientes infantiles. Y procede a realizar la acción con un doctor. Una secuencia que causó conmoción en el público a pesar de no tratarse de algo terrorífico.
ASESINATO DE ADISSON VERRILL
Cuatro años, el 14 de septiembre de 1977, después del estreno de El Exorcista, el crítico de cine de la revista Variety. Addison Verrill, fue encontrado muerto en su departamento.
Ocho días después, Bateson llamó a la policía y confesó el asesinato luego de indignarse con un periodista que llamó al asesino de Verrill psicópata.
Según Bateson, Verrill le ofreció una cerveza, lo que sirvió como excusa para consumir drogas y más alcohol. Al llegar al departamento del crítico, ambos tuvieron sexo hasta el día siguiente y el radiógrafo confesó que necesitaba dinero porque incapacitó al hombre con una puñalada.
Sin embargo, Bateson habría apuñalado al hombre en la parte incorrecta del pecho. Por lo que al confesar, se inició una exhausta investigación para arrestarlo.
ASESINATOS EN SERIE
Ya en prisión, Bateson confesó que había asesinado a seis homosexuales que coincidían con la muerte de varías víctimas y por las similitudes del modus operandi.
Bateson señaló que al asesinarlos a puñaladas, los desmembró en varias partes. Y posteriormente los embolsó para arrojarlos al río Hudson. Hecho que concordó con el estado de los cuerpos y lo que confirmó las sospechas.
No obstante, su abogado le recomendó no hablar más de ello y negarlo todo. Por lo que Bateson alegó que estaba borracho y que no sabía nada acerca de los asesinatos.
LIBERACIÓN
En agosto de 2003, Paul Bateson obtuvo la libertad condicional con 63 años recién cumplidos. Mientras que en noviembre de 2008 se le concedió su libertad completa.
Hasta hoy en día, no se sabe nada sobre este hombre. Aunque varios de los fiscales que trataron el caso señalan que Bateson es culpable de los asesinatos, no existen pruebas directas de su culpabilidad.
Finalmente, en 1980, Al Pacino protagonizó Cruising, una película sobre estos asesinatos dirigida, a propósito, por William Friedkin.
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