Patricia Soriano, la artista inconforme

Patricia Soriano desafía las convenciones artísticas desde los años 80. Su exposición Cuerpo diverso animal, en el Museo Nacional de la Estampa, refleja una profunda exploración de la naturaleza humana, la relación con los animales y la crítica social
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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En la efervescente década de los 80, Patricia Soriano, una joven aprendiz de artista, trascendió las meras técnicas académicas para inyectar a su obra un relato visual más profundo que va más allá de la mera expresión estética.

Lejos de conformarse con un ejercicio artístico superficial, Soriano aspiraba a que cada una de sus obras se erigiera como una imagen que hablara tanto de su condición autorreferencial como de su visión del mundo, haciendo hincapié en la violencia de género como medio para expresar su inconformidad.

La museografía incluye piezas de autores como José Guadalupe Posada, Diego Rivera, Leopoldo Méndez, Gilberto Aceves Navarro, José Luis Cuevas, Otto Dix y Gustavo Monroy, que establecen un diálogo y acompañamiento que simboliza la influencia que han tenido en el trabajo de la artista

Hoy en día, ese ejercicio artístico abarca cuatro décadas de dedicación, un legado que el Museo Nacional de la Estampa reconoce al invitar a los espectadores a sumergirse en un viaje artístico donde la inconformidad y la autorreflexión son los hilos conductores.

“Siempre fui inconforme, no quise casarme con un mero ejercicio y técnica, sino llevar el contenido más allá. Así aparecen las primeras figuraciones, escenas de mujeres abnegadas, cosificadas, dadoras de hijos como máquinas”, relata Soriano sobre sus grabados iniciales, que también forman parte de la muestra titulada Cuerpo diverso animal.

Esta exposición es un ejercicio de reflexión sobre la naturaleza humana, la relación del hombre con los animales y su hábitat, así como el acuciante deterioro ecológico y social de nuestros días.

Cuerpo diverso animal se convierte en el epicentro de esta exhibición, un título que, según la artista, alude a la diversidad de los cuerpos de todo ser vivo y sus analogías. Aquí, el cuerpo se distorsiona, se fragmenta, se mutila, explorando la diversidad como condición para recrear ambientes de ficción y fantasía animal.

Entre técnicas y crítica social

Bajo la curaduría de Jorge Reynoso Pohlenz, la exposición engloba 83 piezas, mayoritariamente grabados y dibujos. Se despliegan diversas técnicas, desde aguafuerte, aguatinta, punta seca, xilografía y litografía, hasta dibujos sobre soportes alternativos y formatos monumentales donde se emplean técnicas como carbón, tinta y tiza sobre tela y madera.

“Mi necesidad de tener una formación como dibujante lo más apegada a la aparente realidad me sirve para hacer estas prácticas en donde yo planteo una reflexión sobre la sexualidad, sobre la condición homosexual”
Patricia SorianoArtista visual

“Mi dibujo se fue transmutando cuando conocí la obra de Gilberto Aceves Navarro y José Luis Cuevas, sufrió una problematización porque ya no era necesario apuntalar la imagen aparentemente lógica de mis figuras femeninas o masculinas, sino que ahora podía ir más allá, en donde las vísceras, la rabia y el coraje me permitieran hacer esto que me satisface mucho”, expone la artista visual.

La serie de xilografías aborda las relaciones de pareja de manera lúdica y fantástica, mientras otras obras exploran temas como el amor, la decepción y la pérdida.

Patricia Soriano, fiel a sus raíces culturales mexicanas, incorpora elementos como juguetes de cartón, alebrijes y adaptaciones que rescatan la artesanía local. Sus imágenes autorreferenciales adquieren un matiz expresionista, influenciadas por maestros como Gustavo Monroy.

La selección de obra abarca carpetas, series y polípticos en diversas dimensiones, piezas que oscilan entre el dibujo y la pintura, así como creaciones específicas para esta exposición, como las intervenciones realizadas por los alumnos de Soriano en algunos muros del Munae y su barda circundante, un eco de su compromiso como docente.

El viaje artístico alcanza su cúspide en la reinterpretación de noticias rojas, donde el humor y la sátira se entrelazan con la aguda crítica social. La artista logra plasmar significados profundos en cada obra, revelando una visión única y provocativa de la realidad que la circunda.

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