En México hay de dos sopas: o se fomenta una mejor cultura y estructura de reciclaje o se implementan alternativas como las que han tomado ciudades como San Francisco, en donde se prohibió la venta de agua embotellada en propiedad pública, una decisión que tardó nueve meses en hacerse una realidad.
El objetivo de esto es reducir la cantidad de desechos plásticos de Estados Unidos, y los que violen la ley podrían llegar a pagar multas de hasta mil dólares.
Esta ciudad californiana pretende producir “cero desperdicios” para el año 2020.
Pero en la República Mexicana la situación, visión y hábitos son muy diferentes. El país está entre los tres primeros del mundo en los que más se consume agua embotellada.
Y alrededor de 8 mil millones de botellas de PET quedan en los basureros.
Según la Red Mexicana de Acción por el Agua, FANMex, aproximadamente 21 millones de botellas de plástico de PET (tereftalato de polietileno, derivado del petróleo) se tiran a la basura diariamente, pero solamente se recicla el 20 por ciento de ello.
La población prefiere gastar –y poner en riesgo su salud– al comprar un refresco, antes que tomar agua potable, a pesar de que la cobertura de la misma a nivel nacional es de 95.4 por ciento en zonas urbanas y 81.6 en las rurales, de acuerdo a las cifras emitidas por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en 2013.
Agua en México
> A nivel nacional se consumen alrededor de 246 litros de agua embotellada per cápita cada año, según Beverage Marketing Corp.
> México está entre los primeros tres países del mundo donde más se consumen botellas de agua.
> El país ocupa el puesto número 106 de 122 en la lista de calidad del agua.