Párate, no te sientes
Mucho se ha hablado acerca de cómo el sedentarismo reduce nuestra esperanza de vida.
Incluso se ha demostrado que independientemente del ejercicio físico que hagamos, nuestra salud se ve afectada si pasamos el día sentados, por periodos prolongados.
¿Qué sucedería si una persona abandona la rutina de pasar tantas horas a la semana en la silla del escritorio de su oficina y se dispone a trabajar de pie?
Eugenia RodríguezMucho se ha hablado acerca de cómo el sedentarismo reduce nuestra esperanza de vida.
Incluso se ha demostrado que independientemente del ejercicio físico que hagamos, nuestra salud se ve afectada si pasamos el día sentados, por periodos prolongados.
¿Qué sucedería si una persona abandona la rutina de pasar tantas horas a la semana en la silla del escritorio de su oficina y se dispone a trabajar de pie?
Una gran diferencia: su cuerpo quemaría más calorías, si padece artritis, por ejemplo, reducirían sus síntomas y se mantendrían a raya los niveles de glucosa –o azúcar– en la sangre.
Así lo reveló un equipo de investigadores de la Universidad de Chester, en Reino Unido, luego de llevar a cabo un experimento con 10 personas que trabajan en una inmobiliaria, a quienes les solicitaron que permanecieran de pie por al menos tres horas al día, a lo largo de una semana.
También les pidieron que portaran un acelerómetro, para llevar registro de sus movimientos, así como monitores de ritmo cardiaco y de glucosa, que midieron los niveles de azúcar en la sangre de los participantes a lo largo del día mientras permanecieron de pie.
Los voluntarios también fueron evaluados cuando les tocaba estar sentados.
El Dr. Michael Mosley, quien encabezó el estudio, escribió en la BBC que quedarse sentado por mucho tiempo no solo ha sido vinculado con problemas del control de glucosa en la sangre, sino que también está relacionado con una fuerte reducción de la actividad de una enzima llamada “lipoproteína lipasa”, la cual descompone la grasa en la sangre y la convierte en energía para que la utilicen los músculos.
La disminución de la actividad de esta enzima, explicó Mosley, hace que se incrementen los niveles de triglicéridos y grasas en la sangre y, por ende, la persona corre un mayor riesgo de sufrir una enfermedad del corazón.
El Dr. Michael Mosley recomienda que, pese a que es imposible pasar la jornada laboral completa de pie, podemos hacer pequeños ajustes que nos pueden beneficiar, como pararnos cuando queramos hablar por teléfono, ir al lugar de un compañero en lugar de enviarle un correo –o mensaje por chat o celular–, o dejar el elevador para tomar las escaleras.