La familia de Vicente Fernández habría “bloqueado” al actor y cantante Pablo Montero luego que éste interpretó al famoso “Charro de Huentitán” en la bioserie no autorizada de Televisa El Último Rey.
De acuerdo con el periodista Gustavo Adolfo Infante, Gerardo y Alejandro Fernández ya habrían tenido contacto con el artista para advertirle de las consecuencias de seguir con la serie basada en un libro de Olga Wornat que no deja muy bien parada a la familia.
“Pablo Montero ya habló con Alejandro Fernández y con Gerardo, y le dijo ‘para nosotros, para los Fernández, tú ya estás muerto, no tienes madre, y eres un hipócrita, pensamos que eras en realidad gente cercana a la familia, eres un asco, no queremos saber nada de ti, olvídate de la familia Fernández’”, narró el comunicador.
EXCLUSIVA: La familia Fernández busca terminar con la carrera de #PabloMontero tras su participación en la bioserie de #VicenteFernándezhttps://t.co/4lCo3E3oXc
— GUSTAVO ADOLFO INFANTE (@GAINFANTE) May 9, 2022
Señaló que la familia también busca sabotear la carrera de Montero y lo han “bloqueado” de cualquier presentación o palenque donde se presente “El Potrillo”.
“Lo tienen bloqueado los Fernández en todos los palenques donde se vaya a presentar Alejandro Fernández, que son de los mejores palenques, Pablo Montero no puede ir, lo tienen vetado, amenazado y hablado con el palenquero”, añadió Infante.
De esta forma, quedaría claro que la familia no sólo ha emprendido todas las acciones legales para frenar la serie El Último Rey, que ya va por su segunda temporada, sino que también buscará terminar con la carrera de Montero.
Lee también: Vicente Fernández ‘promociona’ su serie autobiográfica oficial que difundirá Netflix (VIDEO)
Cabe recordar que la familia sólo dio autorización para la serie biográfica que produce Netflix con Jaime Camil como protagonista; incluso el legendario músico mexicano grabó algunos promocionales antes de morir en diciembre de 2021.
Los Fernández intentaron frenar legalmente la serie de Televisa por no contar con los derechos de imagen del “Charro de Huentitán”, pero la empresa se amparó bajo el principio de libertad de expresión y pudo seguir adelante con el proyecto.