“Para la sociedad coreana soy una fracasada”, revela Chingu amiga, influencer coreana

Chingu amiga, la influencer de Corea del Sur que triunfó en México, reveló que para la sociedad coreana ella es “una fracasada”.

Sujin Kim, mejor conocida como Chingu amiga, comenzó a cobrar relevancia en redes tras contar a sus seguidores que padeció síndrome de burnout (estrés laboral crónico) por el nivel de exigencia que tenía en su país de origen.

Actualmente tiene más de seis millones de seguidores en YouTube y más de 7 millones en Instagram y TikTok.

La influencer se sinceró en el programa de entrevistas de Yordi Rosado, donde habló de su carrera en redes sociales y cómo cobró relevancia en la plataforma TikTok.

En la entrevista, Sujin Kim reconoció que su trabajo y las decisiones que ha tomado no son dignas de aplaudir en su país.

“Para la sociedad coreana soy una fracasada”, dijo Sujin Kim y agregó: “Porque no entré a una compañía buena, tengo treinta años y no me he casado, todos mis amigos cuando volvía decían probrecita”, contó.

“Cada noche lloraba”: Chingu amiga

La joven de 31 años también habló sobre la relación con su madre, quien en un principio le daba vergüenza aceptar que ella había venido a México en busca de una mejor vida.

“Cada noche lloraba sin saber por qué estaba triste, como que me quería ya morir, pero no sabía por qué me sentía así, como que la vida ya quería que me quitaran, no podía dormir de estar llorando esperando que fuera el último día”, dijo Chingu.

Reveló que cuando cursaba la primaria fue maltrata física y psicológicamente por sus maestros y en varias ocasiones la golpearon.

“Me pegaban mucho los maestros; un maestro que era de Inglés me pegaba una palada por cada palabra que me equivocaba, con una tabla grande”, señaló.

“También una vez me dieron una cachetada con un libro porque tenía mi pelo largo y a mi amigo le dio cachetada con un zapato porque él se salió de la escuela a las 6:00 pero tenía que haber estado hasta las 11:00”, contó.

No todo fue fácil cuando llegó a México

En México trabajó al principio en algunas empresas coreanas, aunque recuerda que sufrió bullying.

“Los hombres apostaron a quién iba a dormir conmigo primero y me mandaron ropa interior en mi cumpleaños y me dijeron ‘tómate foto con ella’”, recordó.

Todo cambió hace dos años cuando subió su primer video a la plataforma de videos, mientras era traductora y maestra en una escuela donde enseñaban coreano.

Hoy es una de las influencers coreanas más conocidas y una de las más queridas en las redes sociales.