Panteón Rococó: “El ska ha tomado mucha fuerza, pero siempre está escondido”
Panteón Rococó se presentará el 28 de octubre en el Parque BIcentenario con el concierto Días de Panteón, para el que dejan a un lado a los promotores y suman un reto más a su carrera de 28 años al organizar un concierto masivo autogestivo
Karina CoronaPanteón Rococó llega a sus 28 años estable y muy comprometido por el trayecto recorrido, pero también saben que tienen el compromiso y reto de seguir actualizándose y mantenerse vigentes.
Si bien a lo largo de su carrera musical se han encargado de hacer, por momentos, su propia difusión de sus giras nacionales, en esta ocasión para Días de Panteón suben el reto al preparar por sí solos un concierto masivo en el Parque Bicentenario, en donde tocarán sus más grandes éxitos como “Vendedora de caricias”, “La carencia” y “La dosis perfecta”.
“Es un Panteón que hace esto porque quiere tocar y porque disfruta mucho estar arriba del escenario, que tenemos muy procesado esa parte y es la que más disfrutamos”, explica Missael Oceguera, saxofonista de la agrupación, quien agrega que aunque están en proceso de composición, aún no tienen certezas de presentar este material el próximo 20 de octubre.
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Oceguera recuerda que la historia de Panteón Rococó inició cuando, al ser unos adolescentes, gestionaban por sí solos sus conciertos, incluso, de las veces que han tocado en Europa. Pero, ahora, buscan generar nuevos canales y experimentar con otras cosas para estar vigentes en la industria musical y seguir alimentándose como músicos.
“No quiere decir que no volvamos a trabajar con promotores, son parte importante de la industria de la música, pero también es para generar nuestra propia forma de hacer las cosas y si algún día les sirve esto a otras bandas, estaría perfecto”, dice Oceguera.
Sin embargo, el saxofonista está de acuerdo con que para llegar a este nivel ha sido complejo, porque implica mucho trabajo y sacrificio. Anteriormente tenían que repartir publicidad, vender boletos, hasta hacer las escenografías y el diseño, todo fue, dice, a través de prueba y error.
“Se necesita ser un poco inconscientes y atrevidos. Implica una buena infraestructura, formar un equipo de trabajo. Ahorita ya estamos cansados, estamos más viejos y nos cuesta más trabajo salir a repartir propagandas, pero aún queremos seguir con esto”, detalla.
El reto de ser una banda
Podría decirse que Panteón Rococó es una de las bandas más veteranas del ska, pero para Missael, aún tienen mucho que aprender de otras agrupaciones como Sekta Core, La Nana Pancha, más ahora que están próximos a cumplir 30 años de trayectoria.
“Hemos tenido mucha suerte y la fortuna de dedicarnos a algo que amamos y le entregamos mucho; hemos recogido buenos frutos, entonces, el hecho de dedicar todo eso que te apasiona ahí y que cada vez que subimos al escenario redescubres, es fácil mantener esa chispa.
“Porque sí es muy complejo, las giras y el mal comer. Un músico, de esos legendarios del rock, nos dijo que él toca gratis por lo que cobra tanto son las friegas de no dormir, viajar, no ver a su familia, comer lo que se puede, y es un poco eso, la parte difícil de ser músico”, comparte el saxofonista.
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Y aunque en la actualidad los fans y las nuevas bandas los toman como referencia, para Oceguera eso no es lo más importante, porque una banda como Panteón Rococó siempre trata de honrar y darle su espacio a otras del rock mexicano como Haragán y compañía, quienes, quizá no “crecieron masivamente”, pero son un ejemplo a seguir, pues ya se vuelven de culto.
“Igual no son bandas que hacen un Foro Sol, pero sí conciertos grandes en otros países, llevan la misma alegría que nosotros. Está padre también dar ese reconocimiento y saber que existen y admiramos. No todas son tan masivas como nosotros, quizá, porque hacemos cosas más conocidas, pero eso no es lo que te da la importancia
“Yo sigo viendo para arriba todas las bandas que me gustan, porque sigo siendo un fan del rock y de la música, me cuesta trabajo ubicar a Panteón Rococó con todas estas bandas legendarias”, admite.
Su público como mayor inspiración
Para Missael el “secreto” de seguir en esta industria es tratar de mantener los pies sobre la Tierra, aún para una banda tan longeva y que, por fortuna, ha cosechado varios éxitos.
Pero nada de esto sería posible sin su público que los ha seguido desde hace tantos años, quienes, a su vez, los han inspirado y motivado para seguir componiendo música.
“Les hemos dedicado canciones como ‘El último ska’, son historias reales de las que nos enteramos en los conciertos. La gente nos inspira día a día. Yo trabajaba en la Central de Abasto, y se hizo una canción sobre eso; ahora ya no salgo tanto, por ejemplo, en el pesero, pero aún siento el contacto con la sociedad, juego fútbol americano y veo cómo viven los jóvenes”, cuenta Missael Oceguera.
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Y así cada miembro de la banda, a la vez de ir desarrollando diferentes cosas a su vida, mismas que han nutrido a Panteón, aún siguen acercándose a la gente para tener una constante retroalimentación.
A pesar de los años, la experiencia y el conocimiento adquirido, Missael aún no llega a dimensionar todo lo que han avanzado como banda, el reunir a todo su “ejército y sus compañeros musicales”.
“Haber sido músicos que no iniciamos con una formación académica, nos daba muchas libertades de hacer lo que quisiéramos, musicalmente. Ahora ya con más conocimiento, podemos apuntar más hacia dónde queremos ir. Ya hicimos una rola con Santa Fe Klan, que se nos antojó hacer un tango, ya pasó con una versión de “Vendedora de caricias”, cuando cumplimos 20 años. De eso se trata, ser aventados y aferrados, para ti primero y de ahí ya habrá gente con la que concuerdas, no”, finaliza Missael.
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La evolución del ska
Panteón Rococó inició con una base de ska, género que ha sido su bandera para alzar la voz y hacer demandas sociales. Aunque a la fecha consideran que no pertenecen a un sólo género, el ska ha servido para contribuir a su evolución y resistencia ante el mainstream.
“Desde los años 50 y hasta los 70, en Inglaterra, el ska, ha tomado mucha fuerza, se ha mezclado con otras culturas, para la lucha antirracista, con tintes sociales, nunca han dejado de existir, pero siempre está escondido.
“Hay bandas muy buenas que están haciendo grandes propuestas y con conciencia, pero en el underground, un lugar donde le gusta estar y cada cierto tiempo sale a la luz, como en los años 80 y 90. Tal vez pronto le toca otro revival”, opina.