Durante las últimas semanas, los casos de COVID-19 disminuyeron en la región de las Américas por octava semana consecutiva, destacó la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa, detalló que en la región de Norteamérica, Canadá, Estados Unidos y México, se reportó una caída en los nuevos casos de contagios y fallecimientos semanales.
No obstante, se afirmó que el curso de la pandemia en el continente sigue siendo “sumamente incierto”, debido al lento avance en la vacunación, a la resistencia de algunos grupos a inocularse y a la desigualdad en el acceso a la inmunización.
“Aunque México, o cualquier otro país alcanzara el porcentaje de vacunación esperado, mientras el resto de los países no logren alcanzar esta cifra indicada, el fin de la pandemia no podría ser algo que se pudiera confirmar”, indica a Reporte Índigo María del Sol Alamilla, especialista de la Coordinación de Impulso y Vida Estudiantil de la Universidad La Salle.
Al final, destaca la especialista, mientras el virus se siga transmitiendo y la gente transite entre países, serán posibles los rebrotes y la aparición de nuevas variantes que, si bien ya no han sido un tema significativo, no se pueden descartar.
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“La pandemia no finaliza, al menos, en este caso de México, aunque afortunadamente es un gran paso alcanzar este porcentaje de vacunación, pero vislumbrar el fin de la pandemia propiamente es algo que todavía no podríamos pensar en los días que restan del 2021 y ni vislumbrado para el 2022”, aclara Alamilla.
En el caso de los tres países más golpeados por la pandemia en la región, Brasil registra un 39 por ciento de vacunación con dos dosis, México 33 y Estados Unidos 40, en contraste con la media mundial de 44.1 por ciento, cifra que disminuye a 2.2 por ciento cuando se trata de países de bajos ingresos. De aquí surge la imposibilidad para establecer cuándo llegará a su fin la pandemia en América.
“Esta enfermedad parecía, no es algo confirmado, pero que iba a tener eventualmente un comportamiento similar a la influencia, y que sea una enfermedad endémica, considerando esta evolución, justamente la vacunación se tiene que hacer de manera progresiva”, aclara.
En este sentido, María del Sol considera que tanto la OPS como la Organización Mundial de la Salud deben planear cómo se va a definir el futuro de la vacunación y, con ello, lograr una disminución en la transmisión, no sólo a través de la inoculación de la población en general, si no también en aquellas personas que no han recibido su vacuna, pues pueden ser transmisores.
El reto es mantener las medidas de salud pública para frenar los contagios, y seguir trabajando para lograr una cobertura de vacunación por país de, al menos, 40 por ciento para fin de año y de 70 por ciento para mediados de 2022, una meta fijada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“No hemos llegado al final de la pandemia; además de la vacunación sería importante reforzar estas estrategias de prevención, como la mascarilla y el distanciamiento social, quitando de la cabeza que el COVID se acaba con la vacunación, debemos seguir cuidándonos para que no haya alguna situación, por lo menos en México, que pudiera condicionar rebrotes”, indica María del Sol Alamilla.