¿Qué comía y vestía Pakal? Estudio revela aspectos de la vida de este soberano maya

La arqueóloga y restauradora Laura Filloy Nadal publica una exhaustiva investigación que revela aspectos de la cotidianidad, personalidad e influencia del gobernante de Palenque cuyos restos fueron hallados en 1952
Abida Ventura Abida Ventura Publicado el
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Durante su  gobierno, la ciudad de Palenque creció a nivel urbano y  registró un importante desarrollo. A juzgar por su tumba y el ostentoso ajuar funerario con el que fue sepultado, él mismo fue considerado un gran soberano, pero ¿quién fue realmente K’inich Janaab’ Pakal? ¿Qué hacía? ¿Qué comía? ¿Qué dolencias tuvo?

Un exhaustivo estudio publicado por la arqueóloga y restauradora Laura Filloy Nadal desvela aspectos de la cotidianidad y personalidad de este gobernante cuya vida ha sido objeto de múltiples investigaciones y especulaciones desde que el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier descubrió su tumba en 1952.

En  Pakal el grande (FCE/CONAHCYT), apoyada de diversas disciplinas, la destacada investigadora traza una especie de biografía de este personaje que, según sus conclusiones, tenía una complexión robusta, medía unos 161 cm, posiblemente era una persona mayor de 55 años cuando falleció, tenía las manos delicadas y los pies acostumbrados a portar sandalias, así como el cráneo modificado.

Tenía el cabello liso, oscuro, lo suficiente largo para ostentar extravagantes peinados; no realizaba actividades extenuantes y llevaba una dieta privilegiada, degustaba platillos muy elaborados, a base de proteína animal y carbohidratos, quizá en forma de caldos, atole y tamales.

Padecía estrabismo y osteoartritis, una dolencia que posiblemente le provocó molestias en la espalda y problemas de movilidad de la cabeza antes de su muerte.

“Fue un dignatario que tuvo un poderío excepcional y eso lo podemos saber porque el trazo urbano de la ciudad se modificó durante su gobierno y porque tenía en su corte a un cuerpo de artistas haciendo programas iconográficos específicos. No cualquiera puede tener el poder económico suficiente para mantener a gente que no esté produciendo para cuestiones básicas, como comer”, comenta en entrevista con Reporte Índigo la restauradora del Museo Nacional de Antropología.

Su influencia en otras ciudades mayas

Su poderío e influencia fue tal que logró tejer una importante red de intercambio y comercio con otras ciudades mayas y regiones distantes, desde donde  obtenía preciados materiales, añade la investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH):

“Gracias a los estudios regionales sabemos también el impacto que tuvo él con las ciudades que estaban asociadas a su reino. Además, requería una relaciones sociales y poderío importantes para obtener materiales en regiones distantes a la suya y  transportarlos. Hay materiales que vienen, por ejemplo, del río Motagua en Guatemala; hay obsidiana de la sierra de Guatemala o conchas que provienen del Pacífico. Todo eso nos habla de su poder”.

Todos estos detalles sobre el individuo y su reinado se encuentran a lo largo de las más de 600 páginas de este volumen en el que Filloy Nadal  echa mano de la epigrafía, la historia del arte, la antropología física, la arqueología, restauración y la iconografía para desmenuzar la vida de aquel gobernante que fue sepultado en una cripta sobre la que se construyó el majestuoso Templo de las Inscripciones.

Se trata, dice, de una mirada holística que retoma las múltiples investigaciones que se han hecho sobre este  dignatario y sobre Palenque.  “En cierta manera, lo que distingue al libro de otros, porque Palenque se ha estudiado muchísimo, es que analizo el contexto del tiempo desde la mirada de un personaje en específico. O sea, describir al hombre en su acción, en el tiempo donde vivió, pero también en cómo después de tantos años sigue impactando a todos”.

“En alguna parte del libro digo que aún después de muerto sigue trabajando. Pakal está presente en la iconografía de sus descendientes, pero también está en este imaginario de todos nosotros, que queremos saber más acerca de la cotidianidad de los grandes personajes del pasado”, añade la experta que estuvo al frente del equipo que, en 2001, estudió y restauró el ajuar funerario de Pakal.

En enero de 2011, el sarcófago del gobernante maya se clausuró a la visita pública con la lápida original de hace mil 300 años

¿Cómo fue el descubrimiento de la tumba de Pakal?

Era un 15 de junio de 1952 cuando el  arqueólogo Alberto Ruz L’huillier descendió, por fin, a la cripta funeraria que había permanecido sellada durante más de mil años. Frente a sus ojos apareció un impactante sarcófago con jeroglíficos, colocado en el centro de una  majestuosa bóveda adornada con nueve relieves estucados que representan a los dioses del inframundo maya. El lugar había estado sellado desde el 28 de agosto de 683 d.C., y todo había sido perfectamente planeado para enterrar ahí al gran soberano de Palenque.

El descubrimiento de esa tumba marcó un parteaguas en la historia de la arqueología en México y todo lo relacionado a ella sigue causando impacto.

“El descubrimiento del Templo de las Inscripciones permitió definir que estas grandes pirámides también eran sepulcros, antes del descubrimiento de  Ruz L’huillier no se tenía esta noción. El descubrimiento de su entierro fue un parteaguas en el estudio de las costumbres funerarias de los mayas”, destaca Filloy Nadal.

Además, agrega, ese hallazgo tuvo tanto impacto que al año siguiente algunas de las piezas de ese ajuar funerario ya eran exhibidas en el Museo Nacional de Antropología, que entonces se ubicaba en el edificio de la Casa de Moneda.

“Se modificó el espacio de Moneda y se hizo una sala donde se recreaba este espacio del inframundo, tuvo tanto impacto que, cuando se construyó el museo en 1964 en Chapultepec, en el plano y en el guión se concibe que había que recrear de nuevo este conjunto funerario para que todo mundo lo pudiera ver. Hasta el día de hoy es el museo más importante de este país donde hay una réplica exacta del Templo de las Inscripciones”.

Actualmente esta réplica es el único testigo visible de esa majestuosa tumba que fue nuevamente sellada en 2011 para protegerla y conservarla para la eternidad.

Condena condiciones de inseguridad en sitios de Chiapas

La destacada investigadora del INAH, quien ha dedicado una parte de su vida al estudio de este soberano maya, lamentó los problemas de inseguridad que se han registrado en sitios arqueológicos de Chiapas, lo cual ha llevado a cerrar lugares como Yaxchilán y Bonampak, además de que ha provocado la disminución de visitas a sitios como Palenque:

“Lo que sí creo es que el INAH está presente, aún careciendo de los recursos necesarios, de su personal que está dedicado a la conservación y al estudio del patrimonio. Es doloroso, como en todo ámbito, el que los recintos culturales que dependían de poder estar abiertos para el disfrute, debido a las condiciones de inseguridad en el estado de Chiapas, hayan tenido que ser cerrados temporalmente para la protección de los mismos visitantes, como de los custodios de la zona.  Esto es algo inusitado, nunca antes visto y que debemos condenar”. 

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