En 25 años, cuando Elizabeth II ya no esté en el trono, Keith Richards haya por fin sucumbido a su destino final y Paul McCartney ya no pueda cerrar con “Hey Jude” cada uno de los grandes eventos británicos, alguien más va a tener que hacerse cargo de ese tipos de compromisos.
La respuesta –aunque puede no gustarles a muchos– la descubrimos este verano. Coldplay ganó la batalla de las bandas y sobre ellos recaerá esa responsabilidad.
Esteban Castro