Abrir un álbum con un track espectacular es una arma de dos filos: eleva la expectativa de lo que vendrá. Pero cuando esa expectativa se cumple, entonces estamos frente a uno de los mejores discos del año.
Eso es precisamente lo que ha logrado Grizzly Bear, la banda más cerebral del indie rock/folk. “Shields”, su cuarto álbum, es una victoria en todos los sentidos. Para el grupo de Brooklyn esto significa poder dejar atrás de manera satisfactoria “Veckatimest”, su excelente tercer álbum lanzado en 2009.
Juan Antonio Zertuche