Vivir de la música es un sueño reservado para unos cuántos "productos" prefabricados y talentos perseverantes (intérpretes, compositores, DJs y una que otra banda), con la suerte suficiente para mantenerse vigentes en el gusto del público más allá de un hit.
Es un camino complicado que depende de muchos factores. No es una ciencia exacta, aunque un selecto grupo de súper productores dominan a la perfección la fórmula necesaria para crear una buena canción pop, ya sea que la cante la nueva estrella juvenil de Disney o un coreano que baila chistoso.
Juan Antonio Zertuche