Volar es sinónimo de libertad, es el sueño de cualquier niño que imagina abrir los brazos como alas, viajar por los cielos y sentir el aire en la cara. Si bien para el humano volar sin equipo no es posible, lo que si podemos es planear con la ayuda de algunos fierros y una poco de tela plástica.
La magia del ala delta es que te permite vivir la experiencia de volar por ti mismo, ya que no solo es un deporte extremo, sino también todo un arte aéreo.
Alejandra Nájera Mora