El espectáculo fusiona el zapateado jarocho, el tap, el son veracruzano y el jazz. Foto: Especial

“Pachuquismo”, espectáculo que reivindica a las mujeres de ese movimiento contracultural

La puesta en escena, que fusiona el son jarocho con otros ritmos, se presenta este 27 de julio en el Teatro de la Ciudad. Su creadora, Vanessa Sanchez, busca mostrar las maneras en que opera el racismo y la opresión

Un día de junio de 1943, Amelia Venegas, una joven chicana de 22 años se armó de valor para ir a la tienda a comprar leche en el suburbio de Los Ángeles donde vivía. Desde hacía unos días, la zona vivía una serie de disturbios, después llamados Zoot Suit Riots, en los que participaron militares estadounidenses con base en el sur de California y jóvenes mexicano-americanos residentes de esa ciudad. Amelia iba con su bebé en brazos, pero al intentar defender a algunos de los suyos que estaban siendo golpeados por la policía, fue arrestada y encarcelada por “alterar el orden público”.

La historia de esos chicos mexicoamericanos que la prensa describió como “pachucos matones” ha sido contada y reivindicada en múltiples formas, pero en esa narrativa se ha perdido la presencia de mujeres que, como Amelia, también enfrentaron el racismo y la discriminación.

Pachuquismoespectáculo multidisciplinario que debuta en la Ciudad de México este 27 de julio en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, busca darle lugar a las pachucas, al tiempo que ofrece un acercamiento a las maneras en que opera el racismo y la opresión hacia las minorías, en un momento en el que la comunidad latina en Estados Unidos está frente a la amenaza del posible regreso de Donald Trump al poder.

“Es el peor momento para muchos de nosotros en Estados Unidos y en el extranjero, porque afecta a muchas relaciones internacionales, pero una de mis grandes apuestas del uso de la danza y la interpretación para el cambio social es pensar estos espectáculos no sólo como entretenimiento, sino también como una herramienta educativa. Nuestras piezas se basan en contar historias que a menudo no se cuentan o están infrarrepresentadas y ponen de relieve a comunidades que no son el centro de atención de la sociedad”, dice en entrevista con Reporte Índigo Vanessa Sanchez, directora y coreógrafa de esta pieza.

Una pieza que quiere mostrar la opresión y el racismo

La directora de la compañía La Mezcla, fundada hace 15 años en San Francisco, tiene claro que piezas artísticas como esta, con una fuerte carga política y reivindicativa, pueden ayudar a las personas a entender y crearse una perspectiva de estos fenómenos de opresión: “Para mí, es a través de estas producciones, a través de la educación de la gente  que podemos mostrar cómo ciertos fenómenos culturales o incluso ciertas leyes afectan a ciertas comunidades, creo que puede darle a la gente una perspectiva de cómo es la experiencia de miembros de la comunidad con los que quizá no interactúan habitualmente en el contexto de la opresión y el racismo”.

En este espectáculo que fusiona el zapateado jarocho, el tap, el son veracruzano y el jazz, Vanessa Sanchez reivindica a las pachucas, esas mujeres que levantaron la voz contra la detención injusta de los jóvenes mexicano-americanos durante los Zoot Suit Riots de 1943 o las que, sin juicio de por medio, fueron condenadas a una correccional en California, famosa por sus medidas severas. Historias que se han omitido en la prensa y en las investigaciones históricas sobre ese fenómeno.

“El movimiento de pachuquismo fue una forma de resistencia. Era la década de 1940, en la Segunda Guerra Mundial, y cualquier cosa que no encajaba en la norma blanca de la sociedad estadounidense, estaba bajo acecho. Además, estas mujeres jóvenes venían de familias mexicanas tradicionales que querían mantenerlas en casa y, en lugar de sucumbir a cualquiera de los dos bandos, ellas decidieron crear su propia cultura, ocupar un espacio para ser vistas y escuchadas y no ser apartadas”
Vanessa Sanchez

“Esta producción pone de relieve esas voces a través de coreografías polirrítmicas, música en vivo y videos de archivo que dan cuenta de algunas de esas historias, como la de Amelia Venegas, cuya vida a menudo no se cuenta. Consideramos importante subrayar no sólo el fenómeno más amplio de las pachucas, sino también las historias individuales que existieron”, comenta la coreógrafa, quien realizó una investigación hemerográfica e histórica del tema.

Fusiona pachuquismo y son jarocho

Presentado el año pasado en el marco del Festival Internacional Cervantino, donde Estados Unidos fue la nación invitada, el espectáculo  Pachuquismo vuelve al país en una gira que incluirá Ciudad de México y Guanajuato.

Con un elenco integrado solo por mujeres, el montaje multidisciplinario está basado en la tradición del son jarocho, género característico de Veracruz, donde Vanessa Sanchez también tiene sus raíces familiares.

“Mis abuelos eran del estado de Veracruz y se mudaron a Estados Unidos, donde nació mi madre, mis tías y tíos, así que el son jarocho fue algo que conocí mientras crecía. Era parte de la cultura, pero realmente no sabía mucho hasta mis 20 años, cuando realmente empecé a conectar con la música, con la tradición, a través de grabaciones y algunos instructores que venían a San Francisco”, relata la coreógrafa.

El elemento que más le atrajo, asegura, fue la percusión, el mismo ritmo que destaca en la música de tradición africana, brasileña o caribeña.

Su interés por conocer sus raíces familiares, pero también por sumergirse en la tradición del son jarocho la ha hecho pasar varias temporadas en Veracruz desde 2009. Ahí ha estado en contacto con músicos y artistas de distintas regiones para conocer y practicar el zapateado, así como para aprender a tocar algunos instrumentos, como la jarana. De esos viajes también ha logrado algunas colaboraciones para sus piezas artísticas, como en Pachuquismo.

“Tenemos muchos sones tradicionales de la región de Veracruz que tienen versos escritos específicamente para este espectáculo. Por ejemplo, tenemos uno  llamado La Banda del 43, escrito por uno de mis maestros desde hace una década. Se basa en la historia de los pachucos e incluye el argot  de la década de 1940. Esto es una manera de usar esta historia y conectarla con la tradición del son jarocho; es también una forma de enseñar algo de la historia, a través de la danza y la música”, destaca Sanchez.

¿Dónde y cuándo?

 Pachuquismo tendrá tres presentaciones en su gira por México:

  • Irapuato, Guanajuato: Teatro de la Ciudad de Irapuato, 24 de julio
  •  Purísima del Rincón, Guanajuato: Teatro de la Ciudad, 25 de julio.
  • Ciudad de México: Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, 27 de julio, a las 19 horas.

Una historia oculta

Vanessa Sanchez  cuenta que, en su investigación sobre la presencia de mujeres en el movimiento del pachuquismo, encontró que en, en su momento, algunos periódicos las retrataron de manera justa, pero esa narrativa se perdió con el tiempo:

“Encontré un artículo de 1942 de un periódico de Los Ángeles donde, por primera vez, las jóvenes, mujeres y niñas mexicano-americanas pachucas eran retratadas de una manera productiva, en lugar de ser retratadas como peligrosas, escandalosas. Este artículo destacaba que, además de ocupar espacios a través de su cultura, también estaban luchando por los derechos de su comunidad en ese momento”.

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