Óscar Alonso, 72 kilos de viñetas que alientan

Óscar Alonso es el ilustrador español que, como pasatiempo, realiza una viñeta diaria y la comparte en redes bajo el sello de su peso ideal, pues el proyecto surgió cuando apostó bajar 20 kilos
Luz Rangel Luz Rangel Publicado el
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“Ilustro ideas. Peso 72 kilos”, describe en sus cuentas oficiales. El blog www.72kilos.com surgió porque Óscar Alonso pesaba 92 kilos y en un año, del 1 de enero al 31 de diciembre de 2008, se propuso bajar 20.

“Iba a llegar a 72 kilos. Los médicos me decían que era el peso ideal para mi altura y entonces mis amigos me dijeron que no lo iba a conseguir. Abrí un blog y empecé a subir una viñeta diaria sobre mis aventuras para cumplirlo. Al principio no lo veía nadie, sólo los implicados en la apuesta”, recuerda en entrevista con Reporte Índigo.

Ahora, a sus ilustraciones las comparten millones de seguidores en Facebook, Twitter e Instagram.

“Ese año logré consumar el reto y, bueno, 72 kilos me parece, más allá de la apuesta, un nombre bonito para abanderar todos los objetivos personales que me proponga hacer”, afirma.

Entre éstos está su primer maratón, el de Tokyo en el año 2012, a pesar de que es runner desde 2008 y a partir de 2009 corre en su peso ideal. Y, claro, la página en blanco a la que se enfrenta cada día como un pasatiempo, tras la jornada laboral.

“De nueve de la mañana a seis de la tarde estoy trabajando para marcas en la agencia de publicidad y eso me han servido muchísimo en mis viñetas”, cuenta.

Aunque dibuja desde la niñez no ha pensado vivir de esto, menos con un hogar que mantener. Pero lleva 12 años sentándose a la mesa con hojas, lápiz, sacapuntas y una computadora para colorear las creaciones que pueden tomarle minutos u horas.

“Estudié comunicación audiovisual en la universidad. Luego hice un máster de creatividad en Madrid y en Estados Unidos. Siempre me ha gustado crear”, asegura.

Hacer un poco todos los días

En una de las creaciones favoritas de Óscar Alonso hay un personaje que apila ladrillos, uno tras otro. Cuando casi cubre toda la viñeta, dice la frase “El superpoder de hacer algo todos los días” como un lema de vida.

“No sé si es talento, igual y sí, pero no soy yo quien deba decirlo. Creo que es más constancia para venir todos los días a esta mesa y ponerme a dibujar y pensar mucho y escribir mucho y equivocarme mucho”, expresa.

De sus publicaciones diarias han surgido tres libros. En 2014, la revista Runner’s World recopiló sus ilustraciones sobre corredores en Un millón de runners.

Un millón de runners, Las vidas que dibujamos y El mundo es un regalo son los tres libros que ha publicado

“Llenar 72 kilos de dibujos sobre corredores me facilitó llegar a un público muy entrenado y me abrió las puertas porque empecé a dibujar en esta revista”, dice.

A la temática deportiva y de bajar de peso añadió frases sobre relaciones de amor y amistad con una paleta de colores pastel. Con ese estilo publicó Las vidas que dibujamos en 2019, ya disponible en México, y El mundo es un regalo, que salió a la venta el 12 de marzo de 2020. Ambos libros tienen tanto imágenes de redes como contenido exclusivo.

“En los dibujos del principio hay esencia de ahora pero los mensajes son más elaborados, con otro sentido. Ahora mismo estoy con esa tonalidad, antes trabajaba algo mucho más saturado por desconocimiento. No sabía tanta teoría del color y voy educando al ojo. Este mundo en colores pastel me transmite esa paz que quiero aunque a veces cambio algún color para ir evolucionando”, explica.

Entre sus referentes artísticos están el ilustrador y diseñador gráfico de la revista The New York Times, Cristoph Niemann; Liniers, seudónimo bajo el cual firma el historietista argentino Ricardo Siri; y los españoles Juanjo Sáez y Javier Mariscal, por mencionar algunos.

“Las referencias son miles, decir estos pocos es injusto. Es como tener un jardín, ir plantando artistas y ver qué es lo que va creciendo en ti, ir podando, ir cortando para que esté mucho más florido. Es crecer como espectador y si tienes una inquietud de crear los vas a adaptar a tu arte y se va a notar”, argumenta.

Pero, ¿de dónde vienen frases como “Buscarte entre tanto dolor” o “Me voy a encontrar pronto”?

“No todo lo que publico me ocurre a mí, no tengo una vida tan rica en experiencias pero algunas me han pasado a mí, a gente que conozco, a mis amigos, a mi familia o son de películas, canciones o libros. Intento ponerme en la piel de la persona que lo ha sentido y condensarlo en algunas palabras”, señala.

Una red con Telmo

Óscar Alonso, fundador de 72 kilos, calcula que en 2012 comenzaron a reconocerlo en redes. Cuando estas plataformas no existían su sueño era publicar sus viñetas en un periódico pero no habría tenido tanto alcance.

“Las redes están muy bien denominadas sociales porque pueden unir gente. Es tan democrático como que tener una conexión de Internet te lleva a conocer a quien siente igual que tú. He tenido lectores en lugares que ni conocía o ni sabía dónde estaban. He encontrado mi voz y una audiencia”, sostiene.

En su blog, Facebook, Twitter e Instagram no hay más estrategia que publicar sólo las creaciones que le gustan.

“Tengo un pequeño juego conmigo mismo y hay veces que me equivoco completamente. Pienso que va a funcionar bien y no. Hay veces que creo que las imágenes no tienen mucho que proyectar y de repente son un éxito”, confiesa.

Pero así como sus cuentas oficiales le permiten tener cercanía con sus seguidores, 72 kilos también lo han unido con su hijo Telmo. Él tiene 3 años y desde hace dos empezaron a dibujar juntos, cada mes.

“Cada vez son más divertidas y funcionan muy bien, no tienen tanto éxito como otras pero para mí esa satisfacción de dibujar con él y de que esté interesado en colorear montañas conmigo es uno de los pequeños éxitos de este proyecto, el poder contagiar a gente que es parte de mi vida”, reconoce.

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