"Me encanta hacer películas en las que salgo fea: puedo levantarme corriendo, llegar al rodaje y actuar"
Es una de las actrices más distinguidas de Hollywood, cuenta con tres Globos de Oro, cuatro BAFTA, un Tony y dos premios como Mejor Actriz en el Festival Cannes… por si fuera poco, cuenta con un Oscar, un Tony y varios Emmy.
Es decir que Helen Mirren ha sido galardonada por su trabajo en el cine, el teatro y la televisión.
Este fin de semana cumplió 70 años la británica que padece Parkinson, cuya carrera está considerada de las más versátiles en la industria del entretenimiento.
La mayoría la identifica por su papel como Isabel II en “The Queen”, pero lo cierto es que Mirren hoy puede ser una reina, mañana Alma Reville (en “Hitchcock”), y pasado la dueña de un prestigiado restaurante francés (“The Hundred-Foot Journey”).
Hija de una inglesa y un ruso, su verdadero nombre es Ilynea Lydia Mironoff, y fue nombrada Dama del Imperio Británico en 2003.
Sin embargo es más británica que rusa, no habla el idioma de sus ancestros con mucha fluidez –pero domina el francés–, se ejercita cuatro veces por semana y su actividad física favorita es caminar o trotar.
Mientras que su secreto para mantenerse guapa, altiva, activa y saludable es “dormir mucho”, pues es lo que más le gusta en la vida.
Y es que ser “la reina” para todos hizo que ese personaje la inmortalizara (y le otorgara los más altos premios), pero para Helen “(el espectador) se ha enamorado de ella (de la verdadera reina) y no de mí. Yo solo he intentado hacerla lo más parecida posible a la realidad”. Así lo dijo con el Globo de Oro en las manos.
Se dice fan de Isabel II y eso no se duda, pues la ha personificado en diversas ocasiones.
La crítica y el público la han favorecido desde que debutó en el teatro en 1965, con la obra “Marco Antonio y Cleopatra”.
Helen Mirren conquistó la industria del entretenimiento en los años en los que “la mujer solo era la novia o la madre de alguien (en las películas)”.
Vive desde hace 30 años en Los Ángeles, está casada desde 1997 con el cineasta Taylor Hackford (a pesar de haber dicho que nunca se casaría). Pero también fue pareja del actor Liam Neeson, allá por los años 80.
NO TODO ES ORO
Aunque no todo es glamour y elegancia, pues esta “reina” esconde oscuridad tras su impecable imagen y porte. Aceptó que consumía cocaína de manera esporádica (en sus 20), pero la dejó al saber que un nazi se enriquecía al traficarla.
Durante su juventud fue violada dos veces y ante ello dijo que era “muy ingenua entonces. Fui a una escuela de monjas hasta cumplir los 18 y nunca había pasado una noche fuera de casa (…) Consideraba a los hombres horribles, rudos, insultantes y carentes de sentimientos”. También indicó que sus atacantes no utilizaron violencia excesiva, pero que forzaron su voluntad.
“Para las víctimas es siempre una experiencia muy dura tener que soportar todo el proceso judicial y lo que menos necesitamos ahora es disuadirlas”, subrayó.
