Oportunidad de oro para el cine mexicano

No había muchas expectativas, la trama es simple y su protagonista es un comediante mexicano que no obtuvo el éxito esperado en Broadway, y que tiene más de 20 años de carrera con la misma fórmula para hacer reír en la televisión mexicana. 

María Alesandra Pámanes María Alesandra Pámanes Publicado el
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su recaudación a nivel mundial
La ópera prima de Derbez es la cuarta película extranjera más taquillera de la historia en EU. Las tres primeras son “Crouching tiger, hidden dragon”, “La vida es bella”
y “Hero”

No había muchas expectativas, la trama es simple y su protagonista es un comediante mexicano que no obtuvo el éxito esperado en Broadway, y que tiene más de 20 años de carrera con la misma fórmula para hacer reír en la televisión mexicana. 

Pese a ello, “No se aceptan devoluciones”, la ópera prima de Eugenio Derbez, se coronó como el mejor estreno de una película en español en Estados Unidos (EU), y el cuarto mejor estreno de una cinta en idioma extranjero de todos los tiempos. Los tres primeros lugares los ocupan “Crouching tiger, hidden dragon” (2000), “La vida es bella” (1997) y “Hero” (2002).

Incluso superó a “Como agua para chocolate” (1992), la cinta basada en la novela homónima de la escritora mexicana Laura Esquivel que, durante años, fue la referencia por excelencia de una película mexicana que triunfó en la taquilla extranjera.

También dejó atrás a “El laberinto del fauno”, de Guillermo del Toro, una película española-mexicana que obtuvo 37 millones de dólares (mdd) en la taquilla estadounidense, que también fue de las cintas mexicanas más vistas.

Para algunos, “No se aceptan…” es una versión tropicalizada de “Un papá genial” (1999), de Adam Sandler, para otros es ver lo mismo de Derbez, sin sorpresa o calidad alguna. Pero la mayoría cree que –con la taquilla como respaldo– la cinta sí cumple con las expectativas que tiene el público actualmente: despertar las emociones y entretener a los espectadores.

El fenómeno de su éxito a nivel internacional tiene sorprendido al mundo entero (y al propio Eugenio), ya que la crítica no la ha favorecido tanto como a otras.

Y es que realizadores y productores mexicanos han comenzado a tener exposición y  están siendo premiados en el extranjero, más que en el propio territorio nacional.

Según “El espectador”, la nueva sección de cine latinoamericano en El País, esto se podría deber al sistema de distribución mundial de películas, que inunda la taquilla mexicana con secuelas de hits comerciales hollywoodenses. Y claro, al hastío que tiene el público en México hacia las historias que muestran la realidad que se vive en el país, con tramas sobre narcotráfico, corrupción, impunidad e injusticia.

Por eso, reír al ver a Derbez como papá soltero costeño e indocumentado en Los Ángeles, batió récords en taquilla, sustituyó a “Nosotros los Nobles” (2013) como la tragicomedia mexicana del momento y, por si fuera poco, desplazó a cintas de producciones nacionales que pasaron a la historia como las más taquilleras, vistas, nominadas y galardonadas del cine mexicano. 

Entre ellas están “Sexo, pudor y lágrimas” (2000), “Y tú mamá también” (2001), “El crimen del Padre Amaro” (2002), “El laberinto del fauno” (2006), y “Heli” (2013), que le valió la Palma de Oro en Cannes este año a su director, Amat Escalante; y que fue seleccionada para representar a México en los próximos Premios de la Academia, compitiendo por el Oscar a Mejor Película de Lengua Extranjera.

EU ve Netflix, México va al cine

Otro factor que influyó para que “No se aceptan…” triunfara en la taquilla de EU desde su primer fin de semana de estreno, es la gran cantidad de espectadores de habla hispana en el público de ese país.

Mientras los norteamericanos se encuentran inmersos en las series (como “Breaking bad” y “House of cards”) –y una que otra película– en plataformas digitales como Netflix, los latinoamericanos que viven en EU siguen disfrutando la experiencia de hacer fila en la taquilla para comprar un boleto, después hacer otra para adquirir golosinas, palomitas y nachos y, por último, una más para entrar a ver el estreno esperado del momento.

Después, gracias a la muy efectiva publicidad de “boca a boca”, esas cintas llegan a México y las filas se hacen para entrar a las salas de cine del país, tal como fue el caso de “No se aceptan devoluciones”.

Así mismo a la inversa, las películas mexicanas que arrasan en la taquilla nacional, después tienen éxito en la norteamericana, así como sucedió con “Nosotros los Nobles”.

Se abre el camino al cine mexicano

El triunfo de “No se aceptan…” no le valdrá una nominación al Oscar a Eugenio Derbez, como “Heli” a Escalante, tampoco tiene la dirección de “Y tú mamá también” –de Alfonso Cuarón–, pero, es la oportunidad que le hacía falta a México para abrirse camino entre el cine comercial hollywoodense y el independiente francés. 

Ha llegado el momento de una época de oro del cine mexicano, tanto a nivel nacional como en el extranjero.

Solo se necesita aprovechar la exposición para que dentro de ella se cuelen producciones que demuestren que México tiene grandes historias,   dignas de exportación

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