Ser el protagonista de Un viaje al corazón (The Wingwalker) fue un regalo tanto para la vida como para la carrera profesional de Omar Chaparro. Comenzó a rodar la película hace tres años, en un momento de profunda introspección que él describe como “una noche oscura como ser humano”. El papel que interpretó, Julían, le ayudó a salir de esos pensamientos y lo rescató de una posible depresión.
Tras su estreno en el Festival Intencionalidad de Cine en Guadalajara, Omar desea que la película de Alonso Álvarez ofrezca una representación digna de los migrantes.
“Para meterme al personaje salía a caminar y nadie me reconocía. Una señora migrante que estaba fuera de un Oxxo se me acercó a darme un pan cuando, ella se veía que estaba mal, pero creo que yo me veía de la chingada”, relató el actor.
En esta cinta, que llegará a salas mexicanas el próximo octubre, Chaparro interpreta a Julián, un trabajador de aeropuerto en Estados Unidos, cuya vida da un giro inesperado cuando es deportado a México. Esto sucede justo cuando su hija se encuentra a días de someterse a un trasplante de corazón, lo que desata una lucha del protagonista por regresar al país y estar con ella.
Su objetivo, aclara, siempre fue mostrar la realidad del migrante con respeto y sensibilidad, evitando los estereotipos y presentando sus historias con humanidad.
“Quiero que la gente vea la película y diga ‘¡wow, yo viví eso!’ Porque son miles de personas y muchas veces están a la sombra, deportan a más de 400 migrantes al día. Entonces sí, nos gustaría que se reconozcan y se valoren, porque son héroes.
Y que también las leyes sean menos insensibles con las personas a la hora de deportar”, confesó el actor.
Inspirada en hechos reales
El actor originario de Chihuahua comentó que se mantendrá neutral ante las críticas buenas y malas. Sin embargo, sí consideró que con este trabajo actoral se quitó un peso que cargaba desde hace muchos años.
“Estoy muy contento, creo que traía una mochila que, por fin, me quité. Dicen que la juventud es una enfermedad que se quita con los años, así que esto apenas empieza. A mis casi 50 años prefiero no tener expectativas, porque varias veces pensé ‘este es el proyecto con que vamos a pagar la casa’ y luego no pasa nada”, considera el actor.
La idea de The Wingwalker surgió hace 12 años, en un momento cuando el director tamaulipeco Alonso Álvarez estuvo a punto de rendirse; no obstante, conoció a Omar Chaparro y comenzaron a imaginarla juntos.
Álvarez Barreda, quien vive en Estados Unidos desde hace 18 años, relató que entró al país sin documentos. Incluso, contó, pasó un tiempo en prisión. Más tarde, obtuvo una visa de trabajo y debía regresar a México cada seis meses.
“Yo solamente trataba de hacer una película a Guillermo del Toro, quien dijo que las películas están hechas para no hacerse y es verdad. La realicé durante 10 años; entonces es mi sueño hecho realidad”, comentó durante la alfombra roja en Guadalajara.
Los abrazos de cuatro minutos
La actriz Mercedes Hernández, quien interpreta a Doña Meche, describió la película como una obra conmovedora que refleja la verdad entre la frontera de Estados Unidos y Tijuana. Destacó especialmente una escena que la conmovió y donde todas las personas que aparecen son migrantes.
“”Doña Meche es una mujer que dirige un refugio para migrantes y ayuda al protagonista a continuar su travesía. La película te hace tener esperanza en la humanidad. Los migrantes tienen derecho a un hogar y nadie debería ser ilegal en ningún país.
“La secuencia de abrazos en la frontera fue especial; aunque no he pasado por algo tan duro, abrazar a alguien y saber que se va a ir otra vez es doloroso; todos lloramos”, contó la actriz.