En diciembre del año pasado, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en inglés), anunció que los fabricantes de jabón antibacterial debían probar que sus productos son más efectivos que el jabón normal para prevenir enfermedades y la propagación de infecciones.
Porque a decir de la FDA, no solo no existe evidencia de que los productos antibacteriales sean más efectivos para prevenir enfermedades que el simple uso de agua y jabón, sino que también se ha arrojado datos que sugieren que la exposición a los ingredientes activos de estos puede traer riesgos para la salud.
Ahora, un nuevo estudio presentado la semana pasada durante el 248 Encuentro Nacional y Exposición de la Sociedad Americana de Química, suma evidencia de riesgos potenciales para la salud de la exposición constante a estos agentes antibacterianos.
“Analizamos la exposición de las mujeres embarazadas y sus fetos a el triclosán y triclocarbán, dos de los antisépticos más utilizados en jabones y otros productos de uso cotidiano”, dijo en un comunicado el doctor Benny Pycke, científico investigador de la Universidad Estatal de Arizona.
“Encontramos triclosán en todas las muestras de orina de las mujeres embarazadas que hemos examinado. También se detectó en la mitad de las muestras de sangre de cordón umbilical que tomamos, lo que significa que se transfiere a los fetos. El triclocarbán también se encontró en muchas de las muestras”, agregó Pycke.
Además, explicó que el problema de dicho hallazgo es que se ha demostrado ampliamente que los compuestos pueden llevar a complicaciones de reproducción y desarrollo en animales y posiblemente en humanos. Además de que existen estudios que sugieren que químicos como el triclosán contribuyen a la resistencia de antibióticos.
Y otro problema es que tanto el uso de como la exposición a estos agentes antibacterianos es universal, considerando que se utilizan en más de dos mil productos de uso cotidiano, entre pastas de dientes, jabones, detergentes, alfombras, pinturas, útiles escolares y juguetes, señalan los investigadores.