La ciencia ficción es un género que suele revelar más como somos, la lente a través de la cual nos miramos en en un punto de la historia. Muchas obras de este género son relegadas al olvido, por el peso de una profecía no cumplida o una predicción desatinada; otras, las menos, persisten el paso de los años y muestran lo que el tiempo no cambia; 2001: Odisea del espacio pertenece a la última categoría.
A 55 años de su estreno, la obra de Stanley Kubrick se presentará musicalizada en vivo por la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) el día domingo 10 de septiembre en el Auditorio Nacional.
La Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México no es extraña a este tipo de espectáculos donde se mezcla el cine y la música orquestal, en su haber tiene presentaciones en el Zócalo de la Ciudad de México e incluso en ocasiones anteriores en el Auditorio Nacional.
Para el director operativo de la OFCM, José María Serralde, el interés en presentar este tipo de eventos recae en alcanzar “audiencias transversales”, como él las denomina, y hacerles llegar la música de concierto. El Cine-Concierto forma parte de la tercera temporada de la OFCM y se enmarca en el aniversario 45 de la agrupación. Con casi 100 músicos en escena, y con la presencia del Ensamble Coral Cuicatl y sus 64 voces, el concierto también servirá como homenaje a los 100 años del natalicio del compositor húngaro György Ligeti.
La música compuesta por Ligeti no solo se ha infundido en la memoria de todo cinéfilo asiduo al también director de El Resplandor, sino también resulta un reto para el conjunto coral dirigido por Rodrigo Cadet.
“Sí es una partitura muy complicada. Usualmente la música coral está escrita a cuatro voces y cualquier coro canta a cuatro voces, pero esta línea, como está compuesta, tiene veinte voces […] además la música es compleja porque no tiene un centro tonal, es atonal y añadiendo a los niveles de dificultad existe algo que se llama los poliritmos, es decir hay una complejidad entre cada una de las líneas que no necesariamente está relacionada con una rítmica y una métrica similar […] es la música más difícil que me ha tocado preparar para un ensamble coral”, apuntó Cadet. En los ensayos se puede notar la dificultad, pero también la dedicación que los integrantes del conjunto capitaneado por Cadet han sorteado.
En el concierto del próximo 10 de septiembre el coro de Cadet caerá en las manos de Brad Lubman, director invitado que también ha trabajado con ensambles como la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles o la Sinfónica de San Francisco. Para él “no hay dificultades”, bromea.
“Yo siempre digo que uno nunca debería decir que algo es difícil, pero es verdad que esta composición de Ligeti, especialmente el Réquiem, lo es. Pero el coro es tan fantástico y bien preparado que cuando ensaye por primera vez con ellos, el martes por la noche, fue increíble, bastante impresionante. Y la orquesta también es sorprendente, muy rápida en adaptarse y entender el lenguaje polifónico de esta música moderna, entonces se está conjuntando de forma relativamente fácil”, comenta el también compositor.
Para Kubrick la música fue una pieza fundamental en su obra fílmica. Para algunos, incluso, el reconocido director fue primero músico y después cineasta, Brad Ludman comparte esa opinión.
“Kubrick es algo así como un compositor, definitivamente lo es en esta cinta. La música funciona por sí sola, pero de alguna manera su decisión de incorporar estas piezas musicales en los momentos específicos de la cinta trabajan como si hubieran sido compuestas para la película misma. Como si Johann Strauss, Richard Strauss y György Ligeti se hubieran reunido con Kubrick para planearlo”, menciona el afamado director.
Toma nota
Dentro de las obras que serán escuchadas en concierto se encuentran:
- The Blue Danube
- Lux aeterna
- Así Habló Zaratustra