En ocasiones nos gana la flojera más que la gula. Ambos pecados capitales están relacionados con la mala –o adecuada– alimentación y está en nosotros vencerlos con el fin de combatir padecimientos como obesidad, sobrepeso, diabetes y hasta anemia.
Y es que si el alimento está lejos del sillón en el que te encuentras “picado” con una serie de Netflix o bien, no tienes tiempo o ganas de ir por ese helado con chispas de chocolate, es muy probable que desistas del antojo.
De hecho, un estudio a cargo de las universidades de Michigan, Carolina del Sur y de la Simon Fraser, indica que cuando a las personas se les ofrece “la opción de consumir comida que se considera como no saludable tienen una mayor inclinación a hacerlo cuando se requiere menos esfuerzo físico para obtenerla”.
La investigación a cargo de Brent McFerran, Linda Hagen y Aradhna Krishna también señala que dicho comportamiento “se debe a que si estamos menos involucrados físicamente en servirnos la comida nos permite rechazar la responsabilidad por comer algo poco saludable y así sentirnos mejor después consumirlo”.
Cuando nos sirve otra persona, no sentimos la culpa de la cantidad –o tipo de alimento– que estamos consumiendo, a diferencia de cuando nos servimos nosotros, aseguran los expertos que llevaron a cabo este estudio publicado en la revista científica Journal of Marketing Research.
Por ello, como dice McFerran en el sitio oficial de la Universidad Simon Fraser, “alentar a las personas a involucrarse más físicamente para ayudarse a sí mismas puede ser una estrategia eficaz para que opten por alimentos más nutritivos”.
Más fácil de lo que crees
Deshacerse de la comida chatarra, los snacks y los munchies que solamente provocan el aumento de peso y el deterioro de la salud es más sencillo de lo que imaginas.
Te recomendamos los siguientes tips para evitar las galletas, golosinas y demás que tienes en la alacena:
>Coloca en el fondo las botanas y golosinas
>Adquiere snacks bajos en azúcar y procura los frutos secos
>Combina tus colaciones con proteína y fruta
>Acomoda la despensa, por fecha de caducidad, frecuencia de uso y, claro, contenido calórico
>Elige un día de la semana para que sea el “cheat day” (día de trampa), para que te des un gustito