Nunca es tarde para soñar, para cumplir los anhelos, para realizarse como persona y profesionista y para seguir cumpliendo retos, metas y aspiraciones. Tampoco es tarde para demostrar que vida hay una y tampoco lo es para ser una inspiración para quienes se tienen alrededor.
Eso lo tiene claro Luciano Barraza, un mexicano de 77 años que es un modelo a seguir para jóvenes y adultos de todo el mundo.
Barraza es un hombre tenaz, inteligente y carismático, que sacó adelante a su familia y que venció obstáculos propios de una persona que busca un futuro mejor en el extranjero.
En 1967, Luciano completó un doctorado en economía agrícola en la Universidad de Wisconsin-Madison, pero por falta de recursos tuvo que regresar a trabajar a México, por lo que se perdió de su ceremonia de graduación, así como de la dicha de tener en sus manos el título.
De hecho, de lo único de lo que se arrepentía en la vida era de no haber podido asistir. Este fin de semana, Luciano cumplió su sueño y 50 años después de haber caminado por los pasillos de la institución como un estudiante, subió al escenario del Kohl Center junto a mil 100 alumnos que culminaron sus estudios en la mencionada universidad.
Orgulloso, contento, nostálgico, sentimental y, sobre todo, lleno de plenitud, Barraza acudió a la ceremonia de graduación acompañado de su familia y demostrando que el éxito no tiene edad.
Criado en Torreón, Luciano pudo lograr este sueño gracias al apoyo de la universidad y de la ardua labor de su nieto, Raúl Correa, quien tiene 17 años y que lo considera “su mejor amigo”.
“(…) como una persona que ha sido tan exitosa como él, el hecho de que crió niños increíbles e impactó a sus nietos a tal punto que todos tenemos este esfuerzo en conjunto para él, creo que estará orgulloso”, dijo Correa a Journal Sentinel.
El joven se encargó de contactar al personal de la Universidad de Wisconsin-Madison y de hacer posible un momento de felicidad que contagió tanto a sus compañeros como a las personas que conocen su historia.
Los familiares de Luciano, quien tiene 11 nietos, viajaron inclusive de lugares como Madrid, España, para acompañarlo en esta emotiva e inolvidable experiencia.
Alexia André, orgullosa hasta los huesos de su abuelo, viajó desde la Península Ibérica para vivir estos momentos en familia y señaló que derramaron muchas lágrimas, ya que “todo era demasiado emocionante”.
Y como dijo Raúl a la Wisconsin Public Radio, “ver que mi abuelo vino de virtualmente nada, creo que hará que otros alumnos se sientan empoderados”.
La familia Barraza estuvo rodeada de fotógrafos, emociones a flor de piel e inclusive usuarios de Twitter y Facebook –a nivel global– se conmovieron por el logro del mexicano.
Sí se puede
>> Luciano Barraza se retiró en el año 2001 y radica en San Antonio, Texas.
>> Ataviado con la toga y el birrete, con lágrimas de emoción, el mexicano de 77 años recibió su título junto a los mil 100 estudiantes que se graduaron este diciembre.
>> Su nieto Raúl Correa marcó cientos de veces a la universidad y envió diversos correos para cumplirle el sueño a su abuelo y mejor amigo.
>> Barraza trabajó para empresas tales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Todos somos Luciano
La historia de Luciano Barraza llega en un momento en el que miles de dreamers que viven en Estados Unidos podrían ser deportados.
Sin embargo, en la actualidad, las instituciones académicas tanto de Estados Unidos como de Canadá apoyan a mexicanos y estudiantes de diversas partes del mundo para que cursen sus carreras y se preparen profesionalmente.
Al año emigran 16 mil 700 mexicanos al extranjero para su formación académica, ya sea hacia carreras profesionales o maestrías.
Con el apoyo de las escuelas en países como Estados Unidos y Canadá, jóvenes y adultos como Luciano podrán terminar sus estudios y graduarse. De hecho, distintas universidades norteamericanas están incrementando su apoyo a alumnos provenientes de México, al otorgarles becas y planes de financiamiento.
“Es sorprendente, la elección presidencial de Donald Trump beneficia a los estudiantes mexicanos”, dijo a la revista Forbes David Adler, CEO de Ustudy Global.
“El 57.6 por ciento de los estudiantes mexicanos que viajan al extranjero lo hacen para estudiar una licenciatura, el 24.9 por ciento para estudios de maestría, 17.5 por ciento otro tipo de estudios”, mencionó Forbes.
Es inevitable no derramar lágrimas al ver la emoción de Luciano al hacer con sus manos la seña de la Universidad de Wisconsin-Madison o al escucharlo pronunciar que se siente “muy emocionado, sumamente agradecido”, de verlo sonriente, ataviado con la toga y el birrete.
Al igual que él, niños, dreamers, jóvenes y adultos de todos los países pueden volar alto, imaginar, soñar y alcanzar sus metas, cumplir sus retos y seguir superándose, sin importar la edad.