¿Nombres? Muchos, pero de corta edad y van desde Ava Clarke de 8 años, llamada por algunos “exótica”, mientras que otras vienen con el modelaje tatuado en su ADN como Kaia Gerber, de 14, o Willow Smith, de 15, hace poco nombrada embajadora de Chanel.
Toda esta nueva generación de modelos causa polémica por el hecho de iniciar en las pasarelas a tan corta edad, por la polémica “sexualización” de las pequeñas, lo que conlleva a una “pérdida de su inocencia”.
Muchas de ellas dejan de lado sus estudios y su vida “normal” para convertirse en fetiches de las grandes casas de moda. Firmas como Chanel, Dior, Victoria’s Secret, Vogue, Lacoste, entre otras tantas, presumen de estas “pequeñas adquisiciones” en sus más recientes campañas.
Hay quienes afirman, incluso ellas mismas, que esa es su vida normal, que eso es lo que les gusta ser y hacer, pero los detractores aseguran que “no es la vida que una niña o una jovencita debería llevar”.
Lozanía púber al alza
Jóvenes mujercitas que no tendrán edad para votar, pero sí para prestar su imagen a firmas de alto nivel en la moda y acaparar la atención mediática del gremio.
Ya sea por su tirón en redes sociales (todas suman millones de seguidores en sus cuentas) o por las ganas de empaparse del espíritu adolescente, la lozanía púber en desarrollo cotiza al alza.
Kaia Gerber sólo tiene 14 años, pero esta jovencita de melena Extra Large fue portada de Vogue Paris (abril 2016), en la cual posa sugerente comiéndose un donut en la última campaña de Alexander Wang y protagoniza el reciente lolitesco fashion film de Miu Miu, centrado en su línea de gafas de sol Scenique.
Vestida con un bañador rojo, planos a un traje semitransparente y chapuzón piscinero con sus piernas infinitas en una estampa de lujo hedonista perdido en un oasis en el desierto.
No hay duda. El “miniyo” de Cindy Crawford es una de las nuevas favoritas del lujo (Gerber es hija de la supermodelo de los 90 y del empresario Rande Gerber, el mismo con el que Clooney está asociado y promociona el tequila Casamigos).
Desde que la prestigiosa agencia IMG Models la fichase en julio del 2015, Gerber juega en primera liga y lo mismo protagoniza editoriales vestida de rockera para Self Service que se calza unos taconazos imposibles para la firma Chrome Hearts. Su ascenso en el gremio es meteórico.
La hija de Cindy Crawford lo hace con la hermana pequeña de Prada, y Shipka (la ficticia hija de Don Draper y January Jones en Mad Men) pone rostro (y cuerpo) a la reciente colección crucero de Carolina Herrera.
Vestidos de noche y glamour para una precoz actriz a la que hemos visto crecer en la serie de “Matthew Weiner” y que ha demostrado su interés por la moda vistiendo a españoles como DelPozo, dejándose caer por las semanas de la moda o protagonizando editoriales para W o Vogue Japón.
Boom juvenil
Otra que ha ganado el don de la ubicuidad y de acaparar titulares en las publicaciones de tendencias es la hija de Johnny Depp y Vanessa Paradis. Lily-Rose Depp, con apenas 17 años, escenifica ese ansia de relevo generacional que la prensa y el gremio devoran a la que empieza a visualizarse como la explosión hormonal de los cachorros de los íconos de otra era.
En plena adolescencia, Depp ya ha sido portada de Vanity Fair Francia, de Madame Figaro, de la revista Love y de V.
Chanel primero le echó el ojo para su colección de gafas y la firma acaba de anunciar que será la nueva imagen de l’Eau de la mítica Chanel nº 5.
Nada mal para una chica que también se ha paseado por Cannes mostrando sus pininos en el cine (interpreta a Isadora Duncan en “La danseuse” y protagoniza la esperada “Yoga Horses”, dirigida por Kevin Smith y coprotagonizada por la hija del director de Clerks).
‘Una marciana en el gremio’
Alejada del pseudoerotismo con el que se promociona a las enunciadas anteriormente está Willow Smith, de15 años.
La hija de Will Smith y Jada Pinkett derrocha carácter y excentricidad. Capaz de charlar con su hermano de física cuántica, o con periodistas del New York Times; a Smith Karl Lagerfeld la ha adoptado como embajadora de Chanel y Marc Jacobs no la dejó escapar de su campaña de otoño-invierno.
Una marciana en el gremio (dijo que se rapó la cabeza para encender su “luz interior”), que se define como una “nómada de alta moda” y se divierte con toda esta feria de vanidades posando para la portada de I-D, de W o Teen Vogue.
Moda sin límites
Atrás quedan esos tiempos en los que se puso el grito en el cielo cuando Dakota Fanning, con apenas 12 años, posó para Juergen Teller y protagonizó la campaña de Marc Jacobs subida a unos tacones en 2007 (la polémica por sexualización y las prohibiciones llegarían también en 2011, cuando ella misma puso rostro al perfume Daisy de la misma firma).
A pesar de que en los últimos dos años hemos visto cómo las firmas de moda y belleza han abierto sus miras a rostros más adultos: Isabella Rosellini (63) es imagen de Láncome, Sissy Spacek (66) posa en la última campaña de Marc Jacobs, Kim Gordon (63 años) lo hizo para Saint Laurent o Jessica Lange (67) para la cosmética de Marc Jacobs; los límites legales de las modelos menores de edad siguen sin establecerse.
Model Alliance, el pseudosindicato que lideran Coco Rocha y Sarah Ziff, trata de poner orden en las extenuantes semanas de la moda y proteger a las chicas de un gremio en que el 55 por ciento de las carreras empiezan entre los 13 y los 16 años.
Habrá seniors en las campañas, sí, pero es innegable que las firmas siguen confiando en cuerpos pre y púberes para provocar deseo de compra a las compradoras adultas. Seguirá pasando. Tu turno es el siguiente, Harper Beckham, ya esperan por ti.
Jóvenes influencers
Y para demostrar que en el mundo de la moda nunca se es demasiado joven, qué se puede decir de la francesa Thylane Blondeau, conocida como “la niña más bonita del mundo”.
Saltó a la fama a los 4 años, al desfilar para Jean Paul Gaultier. A los 9 causó polémica por sus apariciones en revistas de moda en las que se le veía con exceso de maquillaje y sugerentes poses que escandalizaron a más de uno.
Hoy, Blondeau tiene 15, además puede presumir de haber desfilado para Vogue, Chanel o Lacoste, entre otras grandes marcas, y su carrera sigue en ascenso. Es embajadora de L’Oréal París.
¿Quién ocupa ahora su título? Nada menos que Kristina Pimenova, una “supermodelo rusa” de apenas 11 años de edad que posee una belleza de profundos ojos azules. Debutó en las pasarelas a los 3 años.
Sofía Mechetner, musa de Dior a los 14 años (ahora tiene 15), es de origen iraní y de familia muy humilde, inició en el modelaje por un golpe de suerte del destino luego de ser rechazada para las pasarelas por su corta edad, pero al entrar a la prestigiosa boutique de Dior en la Avenue Montaigne (París), el director creativo de la marca, Raf Simons, quedó cautivado con las joven.
Unas semanas después Sofía estaba en la lista de modelos para la nueva colección de Alta Costura del diseñador. Y por último, la más pequeña de toda esta nueva camada Ava Clarke, de 8.
Ava posee una belleza excéntrica y exótica, es una pequeña albina de rizos rubios y padres afroamericanos. Ella es actriz y modelo ocasional.
Sus padres gestionan las ofertas de trabajo que recibe. Una de ellas fue su participación junto a Beyoncé en su reciente álbum “Lemonade”.
Legislación
El CFDA (Council of Fashion Designers of America, la mayor institución en moda de Estados Unidos) estableció los 16 años como edad mínima para desfilar y en 2013 el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, firmó una legislación para proteger la contratación de modelos menores de 18 años.