¿Nueva York sin ratas?
Si ni el veneno ni las trampas han sido suficientes para erradicar la plaga de ratas que vagan en el metro de Nueva York, ¿qué más queda por hacer? Esterilizar roedores hembra.
Es lo que intentará la Metropolitan Transportation Authority (MTA) de la ciudad de Nueva York con un programa piloto fundado por el Instituto Nacional de Salud, destinado a frenar la fertilidad de las ratas hembra y a implementarse a lo largo de los próximos tres a cuatro meses.
Eugenia RodríguezSi ni el veneno ni las trampas han sido suficientes para erradicar la plaga de ratas que vagan en el metro de Nueva York, ¿qué más queda por hacer? Esterilizar roedores hembra.
Es lo que intentará la Metropolitan Transportation Authority (MTA) de la ciudad de Nueva York con un programa piloto fundado por el Instituto Nacional de Salud, destinado a frenar la fertilidad de las ratas hembra y a implementarse a lo largo de los próximos tres a cuatro meses.
Se trata de un producto no letal y amigable con el medio ambiente, ContraPest, desarrollado por la empresa SenesTech, con sede en Flagstaff, Arizona, que se administra vía oral y acelera la pérdida de óvulos de las ratas, esterilizándolas de forma permanente.
La especie de roedor que abunda en las calles de Nueva York es la que se conoce como rata Noruega (Rattus norvegicus) que según datos de la MTA citados por The New York Times, alcanza la madurez sexual a las ocho a 12 semanas y puede llegar a tener hasta 12 crías de una camada y hasta siete camadas al año.
Y estos roedores tienen una capacidad de resiliencia tal, “que son un aprendiz de todos los oficios cuando se trata de movimiento”, dijo para Businessweek Rick Ostfeld, del Instituto Cary de Estudios de Ecosistemas en Millbrook, Nueva York.
“No pueden correr a toda velocidad, pero corren bien; no son Michael Phelps, pero son buenos nadadores; y a pesar de que no tienen una cola prensil, son buenos trepadores”, agregó Ostfeld.
El jefe de innovación y tecnología de la Autoridad de Tránsito de Nueva York, Thomas Lamb, dijo para The New York Times que la tecnología que supone ContraPest, de resultar exitosa, podría complementar sus actuales estrategias de veneno y exclusión para el control de roedores.