Un estudio publicado recientemente en la revista Cell indica que una variación en el genoma del coronavirus SARS-CoV-2 ha mejorado su capacidad de infectar células humanas y se ha posicionado como la cepa dominante en el planeta.
Esta variante ha sido identificada como D616G, cuya mutación en la glocuoproteína (espiga) que sobresale de la superficie del virus le permite ingresar con mayor facilidad a las células del cuerpo humano.
La investigación elaborada por científicos de diversas partes del mundo señala que la cepa mutada es más infecciosa en cultivos celulares in vitro; es decir, en un ambiente controlado de laboratorio.
Esta versión del coronavirus, que produce la enfermedad COVID-19, poseería una capacidad mayor de multiplicarse rápidamente en el tracto superior del cuerpo; compuesto por nariz, senos paranasales y garganta.
“Los datos proporcionados por nuestro equipo en Sheffield sugirieron que la nueva cepa estaba asociada con mayores cargas virales en el tracto respiratorio superior de pacientes con COVID-19, lo que significa que la capacidad del virus para infectar a las personas podría aumentar”, explicó Thushan de Silva, científico de la Universidad de Sheffield.
A #SARSCoV2 variant carrying the #Spike #protein amino acid change #D614G is potentially associated with greater #infectivity and higher #viral loads. Online now! https://t.co/bGNsbKQe0B
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Sin embargo, no todo son malas noticias, pues aunque la cepa dominante es más infecciosa, no ha resultado ser más patógena. O sea, infecta a una cantidad mayor de personas, pero éstas no sufren cuadros más graves de la enfermedad.
Investigadores del Laboratorio Nacional de Los Álamos en Nuevo México y la Universidad de Duke en Carolina del Norte (Estados Unidos), en colaboración con el grupo de investigación Genomics UK de la Universidad de Sheffield (Reino Unido), analizaron diversas muestras y compartieron sus resultados en la plataforma GISAID.
Cabe destacar que esta cepa del SARS-CoV-2 puede ser neutralizada con suero convaleciente; es decir, con la sangre de pacientes que se han recuperado de una infección de COVID-19.
Los científicos señalaron que la investigación arrojó indicios importantes y nuevas hipótesis, pero falta más investigación al respecto. También hicieron un llamado a no abandonar las medidas sanitarias como el uso de cubrebocas y el distanciamiento social.