Nosotras fue reeditada en 2024 por Hachette Livre, después de ganar el Premio Primera Novela Amazon 2023 
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Nosotras, la novela de Suzette Celaya que narra el desamparo del desplazamiento forzado

La escritora sonorense aborda en su primera obra el despojo de un territorio para dar paso a la modernidad y la resistencia de las mujeres. Una ficción que resuena con la realidad que enfrentan diversos pueblos en AL

A veces una imagen puede ser la entrada a la imaginación. Eso le sucedió a la escritora Suzette Celaya Aguilar (Sonora, 1982) mientras trazaba los primeros bocetos de su novela debut: Nosotras (Hachette Livre, 2024), un relato situado a finales de los años 60 en un pueblo que está apunto de ser arrasado por una presa hidráulica. 

“Quería escribir una historia donde estuviera muy presente el agua, quería escribir de muerte,  de mujeres. Esos eran los tres temas principales y el chispazo fue la imagen de una iglesia semisumergida que sobresale de un cuerpo de agua de las poblaciones que se inundaron por la presa El Novillo (Sonora). Eso me llevó a imaginar un cementerio bajo el agua, cómo sería ser una mujer que enfrenta  una salida forzosa de su pueblo, quién podría haberse quedado ahí. Pensaba cómo estos procesos nos quitan lugares de duelo, de sanación”, cuenta en entrevista con Reporte Índigo la autora.

“La escritura es la manera que encuentro de hablar sobre lo que me duele o me importa, lo que me indigna o me quita el sueño. Estoy continuamente escribiendo y  dando escape a las historias”

Publicada originalmente en la editorial Paraíso Perdido en 2022, la novela tiene como protagonista a Violeta, una mujer combativa que, aunque la mayoría de sus vecinos ceden a las presiones gubernamentales, está dispuesta a quedar sepultada bajo el agua junto a sus muertos, antes que mudarse a otro lugar. 

Nosotras ha marcado la entrada de esta autora a la escena literaria mexicana con el pie derecho, pues además de ser premiada y reeditada, la novela se ha ganado elogios de la crítica que la destaca por su manera irresistible de narrar la rabia y el desamparo ante el desplazamiento forzado. Un mal que aqueja a diversos pueblos en el país y en América Latina.

  • Haces un retrato sobre la mujer rural y las violencias que enfrenta o las que se heredan. ¿Era un tema que te interesaba?

Cuando estaba pensando hablar de una predominancia de las mujeres en la historia, era porque me interesaba abordar el tema de la violencia en sus diferentes facetas,  en la familia, entre las mujeres mismas, ni se diga la violencia de género, la violencia de las autoridades. Creo que hay ahí varios flancos de violencia sobre la protagonista, la abuela y todos estos personajes femeninos claves en la historia. 

  • En la literatura mexicana hay cierta tradición de la novela rural, ¿cómo han sido retratadas las mujeres en esos universos?

Últimamente las vemos más, pero pienso, por ejemplo, en Los recuerdos del porvenir, de Elena Garro, que ya tiene sus décadas y ya vemos a las mujeres presentes en la historia. Como mujeres, tenemos cada vez más posibilidad de ser visibles en la literatura o en el mercado, vas a la librería y ves más obras de mujeres y, por supuesto, en concordancia, estamos desarrollando personajes femeninos, ahora sí creados y pensados desde ellas. Que seamos nosotras mismas quienes estamos pensando y desarrollando estos personajes, a mí como lectora, me da otra experiencia con la que verdaderamente me identifico. 

 

  • Decías que uno de los elementos que querías tener en tu obra era el agua, que también es un elemento muy femenino ¿no? ¿por qué te interesa tanto?

No sé cómo surgió esta inquietud, creo que tiene que ver con un interés de incluir elementos no humanos. Me pongo a pensar en otras historias que quiero desarrollar y el agua misma se me va colando; aunque a veces no lo haga de manera muy consciente, termina interviniendo. 

Cuando estaba en el proceso de escritura de Nosotras, dejé capítulos fuera en los cuales estaba muy presente el agua, en el sentido del  primer hogar que todos los humanos tenemos, que es el vientre, donde flotamos en un líquido. Creo que ahí empecé a darle sentido a la inclusión de este elemento, como pensar en el origen.

También creo que no nos damos cuenta, pero la crisis del agua ya es algo a corto plazo. Estamos viendo ya los efectos, hay ciudades que se quedan días sin agua; hay colonias, barrios que no viven sin una pipa.  Entonces, pensando en un futuro distópico o no, el acceso al agua también será algo de lo que tendremos que preocuparnos en un futuro no muy lejano.

  • Mencionas que no querías situar la novela en ningún pueblo específico del norte o donde hubieran sucedido desplazamientos por megaproyectos ¿la historia podría suceder entonces en cualquier otro lugar de este país? 

Puede ser cualquier pueblo de México, incluso de Latinoamérica, porque cada vez nos enteramos de más despojos por minas, por construcciones de carreteras o cualquier industria que tiene que ver con extraer algún recurso natural en alguna región. No creo que sea algo que vaya a disminuir o que sea un fenómeno ante el que podamos pensar en pasado; al contrario, en este momento, algún pueblo está luchando contra el desplazamiento por megaproyectos o proyectos de desarrollo y es algo que va a seguir sucediendo. Es una realidad actual y que encontrará, como ya lo hemos visto, la resistencia en las mismas personas que habitan esos espacios. 

  • Esto me hace pensar que últimamente en Latinoamérica hay varias novelas que hablan sobre estos temas de desplazamiento, catástrofes ecológicas, depredación en el Amazonas y llama la atención que sean de autoras mujeres. ¿Será un efecto del auge de la literatura hecha por ellas o porque las mujeres están más interesadas en el cuidado de nuestro entorno?

Yo creo que tiene que ver que, primero, es este saber femenino y este actuar femenino ante el cuidado de los recursos. Las mujeres han estado siempre en la organización, en el cuidado y creo que las escritoras damos voz o encontramos en esos personajes una historia que debe de contarse y darse a conocer. Porque, a veces, parece que estos sucesos o procesos que tienen que ver con las mujeres rurales lo supiéramos todos, pero no. Me he dado cuenta, en clubes de lectura o en charlas, que  hay personas que no tienen idea de que este tipo de fenómenos, como el desplazamiento, suceden. Muchas veces no lo tienen registrado y ahí es donde encuentro la importancia de que las escritoras vayan escribiendo sobre estas mujeres que son guardianas o cuidadoras de un territorio, de un recurso o de una familia.

La autora

  • Nació en Hermosillo, Sonora, en 1982
  • Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Sonora y cursó el diplomado en Creación Literaria en la Escuela de Escritores de la SOGEM
  • Tiene también una maestría en Ciencias Sociales por el Colegio de Sonora, donde estudió las consecuencias del desplazamiento forzado en tres pueblos de Sonora por la construcción de la presa El Novillo

Su novela Nosotras recibió el Premio Primera Novela Amazon 2023 y fue reeditada en la editorial Hachette Livre 2024

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