De los 4 mil 275 pagos pendientes que tenía la Secretaría de Cultura federal con los artistas de su programa Cultura Comunitaria, ya sólo faltan cubrir 124. La titular de esta dependencia, Alejandra Frausto, ofreció una disculpa ante miembros del movimiento No vivimos del aplauso en el Palacio de Bellas Artes.
“Mi sincera y absoluta disculpa por el tiempo que tardaron estos pagos este año. Mi sincera disculpa por el malestar de esperar un pago cuando ya has hecho un trabajo y que haya tardando tanto. El esfuerzo extraordinario porque sus pagos sean a tiempo es un compromiso de la Secretaría de Cultura, yo me comprometo a que no vuelva a ocurrir una situación de este tipo”, aseguró la funcionaria.
Antes de ingresar al recinto de mármol, los creadores se ponían de acuerdo para saber cuáles serían las primeras exigencias que le harían saber a la secretaria de Estado. Reconocían que pedir su destitución sería difícil, pero que no la descartarían, si no notaban el interés de Frausto por sus peticiones.
“Hasta ahora, la Lic. Alejandra Frausto no ha sido una interlocutora y como servidora pública no ha garantizado los Derechos Culturales, tanto de los trabajadores como de la ciudadanía, por lo que la conminamos a cumplir con las obligaciones propias de su cargo, o de lo contrario sea separada del mismo, para ser investigada y sancionada en correspondencia con las irregularidades de su gestión”, se puede leer en su pliego petitorio.
Ante el señalamiento, la secretaria de Cultura federal aseguró que la transparencia proactiva es una de las obligaciones que tienen, por lo que está dispuesta a que se audite todo su trabajo y el de su equipo.
“La ineficacia es una forma de corrupción y la estamos atendiendo y ese es mi mayor compromiso y, por supuesto, agradezco el trabajo que hicieron todos los creadores y que esperamos que sigan haciendo”, dijo la funcionaria pública.
La productora teatral Viridiana Mendoza invitó a los funcionarios presentes a ser conscientes de que los 124 pagos pendientes no quieren decir que se le adeude sólo a 124 personas, ya que detrás de cada una de las facturas se encuentra grupos o compañías formadas por más personas que viven de ese dinero, que, en muchas ocasiones, ya se debe, por lo cual es una forma de violencia que se fomenta con las contrataciones a través de outsourcing.
“La tercerización de pagos es una forma en la cual hemos naturalizado la violencia institucional, porque es una forma de violencia bastante cruel, mantenerte endeudado y con hambre, en términos coloquiales decimos ‘con el pie en el pescuezo’, porque en algún momento he padecido este fenómeno y todo lo que yo gané lo tuve que pagar íntegro; entonces, ya no estamos hablando de un pago, sino de deudas”, afirmó Abigail Reza, portavoz del movimiento No vivimos del aplauso.
Además, aseguró que se está trabajando bajo un sistema que en administraciones pasadas dejó bastantes sinsabores, porque no hay un reconocimiento al trabajo, por lo que es urgente cambiarlo.
La actriz, narradora y titiritera Guadalupe Ocampo Suárez dejó en claro que los artistas apoyaron desde un inicio a la llama “Cuarta Transformación”, luchando desde hace años para que esto se hiciera posible, por lo que no se le hace justo que durante más de un año se hayan atrasado los pagos.
“Ya tuvieron un año para hacer los cambios estructurales que se necesitan en materia laboral y hacendaria y tenemos pendientes pagos que todavía no se han registrado. Los pagos pendientes son porque no estaban organizados ni estructurados para la cantidad de eventos que tuvieron”, enfatizó la titiritera.
No vivimos del aplauso piden cambios necesarios
Los miembros de No vivimos del aplauso proponen un cambio radical en las estructuras heredadas por antiguas administraciones, porque de no ser así se está justificando un sistema que básicamente precariza y se mete hasta con la dignidad más esencial de los mexicanos.
“Estamos haciendo un trabajo de organización, porque queremos que las cosas cambien, queremos que existan sistemas de vigilancia, donde la participación ciudadana tenga también una voz, porque no queremos seguir operando bajo las mismas estructuras ni justificando esos sistemas como legales, que no tienen un sustento, no trabajan para la comunidad, sino que atentan contra ella”, opinó Reza.
Alejandra Frausto se comprometió a recortar los tiempos de pago, para hacer absolutamente trasparentes y más eficaces como institución. Así que el reto, además de llevar la cultura a todos los rincones del país, será mejorar sus sistemas.
“Una de las primeras acciones que se tomaron como una de las prioridades dentro de la Secretaría fue estar en todos los rincones de este país, fue estar en aquellos lugares donde la fisura social es más profunda, donde los temas de violencia y marginación tuvieran una presencia más preocupante; esto por supuesto que puso a prueba la maquinaria, puso a prueba la institución en la que estamos”, dijo la funcionaria.
La secretaria de Estado afirmó que han estado trabajado con la Oficialía Mayor de Hacienda y con la Consejería Jurídica de Presidencia para lograr contrataciones directas y evitar terceros, ya que los artistas no son proveedores, sino agentes de cambio.
Otra de sus preocupaciones es lograr un sistema de seguridad social que se ajuste a las necesidades de la comunidad cultural, porque no existe como creadores, dentro de su libertad y de su trayectoria, un empleador permanente.
“Esto significa que tenemos que construir un sistema de seguridad social para los artistas de una manera distinta y precisa, en este sentido estamos trabajando desde hace 10 meses con el Instituto Mexicano del Seguro Social y estamos conformando esta alternativa que nos parece fundamental”, explicó Frausto.
En cuanto a los apoyos y las convocatorias, que son herramientas que tiene el Estado mexicano en favor de la creación, la secretaria dijo que no solamente deben de permanecer, sino que se tienen que analizar para mejorar, porque son conquistas históricas que tienen que ver con la posibilidad de darles las condiciones a los creadores para que sigan haciendo lo que hacer mejor.
Finalmente, Alejandra Frausto le pidió a su equipo que conformara un espacio permanente una vez al mes, en donde puedan dialogar artistas y funcionarios sobre dudas que existan en la comunidad cultural.