No oyes ladrar los perros, exposición sobre caninos

La exposición que lleva el nombre del cuento de Juan Rulfo, curada por Rigoberto Reyes, trata sobre las relaciones entre los humanos y esta especie animal en un espacio periférico, así como la cultura, la economía y otras problemáticas
Luz Rangel Luz Rangel Publicado el
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“Ya debemos estar llegando a ese pueblo, Ignacio. Tú que llevas las orejas de fuera, fíjate a ver si no oyes ladrar los perros”, dice a su hijo uno de los personajes de Juan Rulfo.

No oyes ladrar a los perros” es uno de los cuentos de El Llano en llamas, mismo que da nombre a la exposición que el Centro Cultural de España (CCE) en México alberga en cinco de sus salas.

El curador, Rigoberto Reyes Sánchez, propone que los visitantes piensen en los perros callejeros que deambulan en los márgenes citadinos a través de la literatura, la fotografía, la ilustración, la pintura, e incluso el cine de Luis Buñuel.

“Pensaba en un nombre que no fuera descriptivo. Me interesó porque son dos personas que van en la oscuridad y la única guía que tienen son los ladridos de los perros. La presencia canina, que no se ve, es la que va guiando el recorrido. La exposición está pensada así, desde la primera sala se van a oír los ladridos y con el sonido van a llegar al final. De cierta manera no replico el cuento, sino la estructura”, explica.

En entrevista con Reporte Índigo, Reyes Sánchez advierte que no es artista, sino sociólogo y docente en distintas universidades, una de las cuales está ubicada en Tecámac, Estado de México. Uno de los temas recurrentes en sus clases era el de las jaurías de perros, que fue su inspiración.

“Me quedó la idea pero no sabía cómo realizarla. Necesitaba algo que me permitiera mantener el discurso en tensión porque no quería conclusiones, sino mantener la problemática abierta”, afirma.

A través de asesorías reunió archivos, obras prestadas y obras hechas para la exposición de artistas del Estado de México, como José Fabián Estrada, ilustrador de Ecatepec identificado en redes digitales como “Perrito” y autor del mural Perro Rabioso, que forma parte de la exposición.

El proyecto fue ganador de la convocatoria Culturas Disidentes Tercera Edición. Concurso para la investigación y producción interdisciplinaria, lanzada por CCE y el Centro Cultural Border.

La exposición está dividida en tres partes. La primera se llama “A contra pelo”, donde el texto homónimo de José Revueltas introduce al visitante en la historia de los perros sin dueño. Después llega “Rabia. De pueblos devorados por ciudades”, una etnografía multiespecie desarrollada en el municipio mexiquense.

La tercera y última se llama “Perras vidas” y son historias de vida de gente que se relaciona con los perros y cuestiona ¿por qué a pesar de la guerra que vivimos, hay quienes cuidan, comparten, entrenan y abrazan?

Jaurías de perros y otras problemáticas

Tecámac es uno de los 125 municipios del Estado de México y forma parte de la metrópoli del Valle de México. Cuenta con la unidad habitacional más grande del país, que abarca 127 mil casas de interés social.

127
mil casas de interés social tiene Tecámac

“Mi papá tiene una casa, no en Tecámac, pero en Coacalco, que es a un lado, y conocí todo el procedimiento de endeudamiento, de esta nueva política a la que llamo de ciudad neoliberal con desarrollos urbanos”, cuenta Rigoberto Reyes.

Más allá de estas casas-dormitorio, la población está apropiándose de un espacio público habitado por otras especies, como los perros, a los que el curador califica como animales territoriales. Sostiene que a través de éstos se puede realizar una crítica social.

Es una figura que encarna esta ruptura de fronteras. El perro rompe entre lo humano y lo animal, se subordina al campo y a la ciudad, a lo público y lo privado
Rigoberto Reyes SánchezCurador

Pero ¿cómo han sido tratados en el entorno donde se relacionan con otros habitantes? En febrero de este año una mujer murió tras ser atacada por 10 perros en Tecámac. El hecho causó el mismo sensacionalismo de 2013, cuando en Iztapalapa una decena de canes atacó a muerte a cuatro personas en el Cerro de la Estrella.

Así, la exposición aborda problemáticas específicas como el maltrato animal, la exclusión urbana, la violencia criminal y estructural o los efectos espaciales y emocionales del desbordamiento de las ciudades sobre territorios que hasta hace pocos años eran rurales.

Rigoberto Reyes busca mantener la narrativa abierta en torno al Estado de México, y particularmente en Tecámac, a través del periodismo sobre feminicidios de Lydiette Carrión o de los murales de Laura Arredondo, artista urbana mejor conocida como “La Maga”.

“Es decir, no dar discursos sobre la periferia que son muy peligrosos porque son una exotización, sino situados desde la periferia”, expresa.

Entrenadores y dueños de albergues caninos también fueron entrevistados por Reyes Sánchez, mismos que se dijeron en contra del maltrato animal.

“Espero que la visita ayude no a dar respuestas fáciles de la protección animal, sino a pensar la problemática que significa el perro en las calles de la ciudad, y no el perro en sí mismo, sino las políticas que hay en torno a ellos”, comenta el curador.

No te pierdas la exposición

El CCE está en Guatemala 18, Centro Histórico. Abre de martes a viernes de 11 a 9 de la noche y sábado y domingo de 10 a 21 horas. La exposición estará hasta el 19 de enero de 2020 y la entrada es libre

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