Hay muchos factores que aumentan el riesgo de padecer Alzheimer, y uno de ellos es no dormir adecuadamente.
Un nuevo estudio relaciona el beta-amiloide, un péptido que se sintetiza a partir de una proteína asociada con el Alzheimer, con el sueño irrumpido y la deficiencia de memoria en adultos mayores.
En la investigación participaron 26 personas de entre 65 y 81 años sin signos de demencia o desórdenes neurodegenerativos, de sueño o psiquiátricos. Se midió mediante un escaneo la cantidad de dicho péptido en sus cerebros.
Los participantes del estudio tuvieron que memorizar 120 pares de palabras y, posteriormente, durmieron por ocho horas mientras que sus ondas cerebrales fueron medidas.
Al día siguiente su actividad cerebral, específicamente el hipocampo, fue escaneada mientras trataban de recordar las palabras de la jornada anterior.
“Mientras más recuerdes después de una buena noche de sueño, menos dependes del hipocampo y más usas la corteza (cerebral)” dijo Matthew Walker, autor del estudio, esto equivale a “recuperar archivos de un almacenamiento seguro en el disco duro de tu computadora en lugar de un almacenamiento temporal de un USB”.
Aquellos con mayores niveles de beta-amiloide en la corteza frontal media tuvieron la peor calidad de sueño y peores resultados en la prueba de la mañana siguiente.
Investigadores de la Universidad de California en Berkeley entregaron sus hallazgos a principios del año, mismos que fueron publicados en Nature Neuroscienc, esta semana. Ahora ellos deben concluir qué ocasiona primero este ciclo, la proteína relacionada con el Alzheimer o el mal sueño.
Consideran, por un lado, que la relación sea de ambos sentidos, es decir que mientras peor se duerma más aumenta la cantidad de beta-amiloide y viceversa.
Sin embargo, “si mis padres y amigos en edad de 50, 60 o 70 años me preguntan si deben prestar atención a su sueño y priorizarlo en términos de salud y riesgo de desarrollar Alzheimer, les diría claramente que sí”, enfatizó Walker, “es bastante claro ahora que dormir es un factor no apreciado que contribuye a la declinación cognitiva más adelante en la vida, y parece que a la patología detrás del Alzheimer”.
“El sueño ayuda a eliminar proteínas tóxicas de noche y previene que se acumulen y potencialmente destruyan neuronas. Es como proveer una limpieza para el cerebro”, aseguró.
Los voluntarios de la investigación no fueron estudiados después para determinar si con el tiempo desarrollaban signos de deterioro cognitivo o de Alzheimer, pero la investigación apunta a que el hecho de que la acumulación de este péptido esté conectada con la mala memoria es muestra de lo temprano que puede aparecer la enfermedad, incluso antes de que haya cambios en la habilidad intelectual.
“El sueño es una gran señal de alarma, una llamada de emergencia en la cual nos podemos respaldar para potencialmente alertarnos sobre el inicio del Alzheimer”, aseguró Walker.
Según Alzheimer Disease International había más de 44 millones de personas con Alzheimer o un tipo de demencia en el 2013, número que aumentará a un estimado de 75.6 millones para el 2030, sobre todo en países desarrollados. Solo uno de cada 4 individuos que padecen esta enfermedad son diagnosticados.