No nos moverán, una cinta sobre la venganza a 50 años de la masacre del 68
Aunque han pasado ya más de 50 años de aquel 2 de octubre de 1968 sigue presente una necesidad de hablar sobre lo que pasó, Pierre Saint Martin Castellanos cuenta una historia diferente en su ópera prima
Karina CoronaA poco más de 50 años de la matanza del 2 de octubre de 1968 en México, el recuerdo del Movimiento Estudiantil sigue resonando en la sociedad mexicana. La película No nos moverán, dirigida por Pierre Saint Martin Castellanos, muestra cómo las cicatrices del pasado siguen latentes en el presente.
En esta pieza cinematográfica, galardonada con el premio Mezcal a la mejor película mexicana en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), se narra la historia de Socorro, una abogada decidida a buscar justicia. Su hermano fue una de las víctimas mortales de la matanza en la Plaza de las Tres Culturas y su búsqueda de respuestas la lleva a buscar la justicia y venganza.
“Realizamos una película muy mexicana, así es como surgió, y es emocionante ver la respuesta del público. Estoy conmovido y agradecido por todo lo que está sucediendo y la conexión que la gente está estableciendo con la película, ya que ese era nuestro objetivo desde el inicio”, expresó el director Pierre Saint Martin, quien además compartió sus emociones tras el estreno y la obtención del premio.
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“Le dedico este premio a la persona que lo hizo todo: mi madre. Y, por supuesto, a todas las personas que formaron parte de la generación del 68, a aquellos que han sufrido la pérdida de un ser querido y conocen el dolor profundo que esto conlleva”, agregó el director sobre No nos moverán, cinta que se espera llegue a las salas comerciales el próximo año.
En entrevista con Reporte Índigo, Saint Martin Castellanos cuenta que su ópera prima plantea otra versión sobre la masacre en Tlatelolco, a través de una comedia fársica sobre la necesidad de perdonar para seguir adelante.
La cinta surgió a partir de lo que su madre le compartió sobre la misteriosa muerte de su tío Jorge, quien no estuvo involucrado en el movimiento del 68, pero cuya muerte dejó una herida en su familia.
“Es una especie de reconciliación con el dolor y una carta que le hice a mi madre para que dejara ir la culpa que ha cargado por muchos años; creo que sucedió de alguna manera y es muy lindo. Además que, en su estreno tuve una situación hermosa, donde una persona se esperó hasta el final, me dijo que había perdido a su hermano, y con la película reafirmó que tenía que dejarlo ir, lloró, me abrazó y se fue.
“Siento que para eso hago cine, para tratar de comunicarme con otras personas y hablarles de cosas que a mí me preocupan”, contó el director.
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Sobre la justicia y la humanidad
Socorro (Luisa Huertas) es una abogada que está obsesionada con encontrar al soldado que mató a su hermano durante la Matanza del 68 en Tlatelolco. Esta necesidad de justicia enmascara una antigua culpa que la ha enemistado con su hermana Esperanza y la ha distanciado de su hijo Jorge.
Después de décadas de espera, la protagonista recibe la pista faltante para encontrar al soldado, lo que la lleva a conjurar un absurdo plan de venganza, poniendo en riesgo su patrimonio, a su familia e incluso su propia vida.
“Se trata de hablar de cómo funciona la justicia y lo que esperamos recibir. También traer la conversación de un hecho que ocurrió hace muchos años y ver cómo ha permeado en la actualidad”, explicó.
La película, filmada en blanco y negro, ofrece una perspectiva del año 1968 y cómo las cicatrices perduran en las familias que sufrieron pérdidas. Además, plantea una crítica profunda sobre los conceptos de justicia en México, cuestionando hasta qué punto las personas están dispuestas a llegar para obtenerla.
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Entre sus diálogos, se destaca la percepción de que “la justicia es para los ricos y poderosos; en México, la vida de una persona puede valorarse en apenas 200 mil pesos”.
“México está atravesado por muchas heridas, pero lo que tratamos de plantear con esta cinta es encontrar la comprensión mutua, suena difícil, pero tenemos que encontrar la humanidad, no ver a la otredad como extraños, porque eso nos ha afectado. No tengo la respuesta ante qué es lo que se debe de hacer, pero planteamos una posibilidad de unirnos más, porque estamos muy divididos, y a mí me preocupa, porque es un síntoma mundial”, reflexiona.
Su experiencia en Tlatelolco
Gran parte de No nos moverán se desarrolla en el edificio Chihuahua en Tlatelolco. Para Pierre, fue crucial elegir esta locación ya que era esencial para dar coherencia al sentir de su protagonista, Socorro.
Los pasillos, las escaleras y el ambiente entre vecinos, incluso el interior de las habitaciones, todo lo que rodea la vida de Socorro en ese espacio, resonaba con ecos del trágico pasado vivido en el lugar.
“Socorro está aferrada a vivir en ese lugar, y grabar allí fue algo muy valioso para nosotros. Para mí lo menos fue espectacular, poder filmar en los edificios, en esta arquitectura que siempre me llamó la atención por toda la historia que está ahí contenida, fue un lujo, además de que es una arquitectura hermosa.
“Fue muy simbólico y muy emocionante poder filmarlo, me parece un lugar histórico muy relevante que aunque ha sido planteado en otras películas, nosotros no podíamos escapar, no había manera de que fuéramos otro sitio a filmarlo”, opina.
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Pierre Saint Martin Castellanos haber creado esta ópera prima, lejos de darle respuestas llegó para plantearle más preguntas, mismas que piensa seguir profundizando en sus proyectos futuros.
Temas como la justicia y la ética serán aparte de estas conversaciones que seguirán para seguir cuestionando lo que implica ser humano.
“El cine te exige hacer preguntas; más que haya cambiado mi punto de vista, tengo sed de saber más cosas, de poder plantearlas, de encontrar conversaciones más profundas al respecto y de cómo nos impactan a un nivel cotidiano. ¿Qué pasa con el asunto de la justicia, con la necesidad de reclamar lo que es nuestro? Y de esta forma de ser de ahora, la inclinación a la división de la sociedad, son cosas donde voy a poner ahora el corazón”, concluye el director.
¿Existe justicia en México?
El director Pierre Saint Martin Castellanos opina que no cree que exista la justicia en general, partiendo desde el punto de vista de los juicios y en el concepto oficial de la legalidad.
“Tiene que ver con una cuestión, para mi gusto, que va más allá, porque en esa búsqueda descuidamos los valores de la ética, la moral, la educación y la formación. Decimos ‘hay que ser legales, no te pases el alto’, pero compramos piratería, hay muchas cosas que están enroscadas, pues vivimos en un mundo que demanda mucho, el mismo capitalismo, pero tiene que ver con un estado de sobrevivencia, lo cual deja muy poco espacio para la justicia.
“Los países latinoamericanos estamos siempre en un estado de supervivencia, tenemos una gran cantidad de población, que luego parece que no, no alcanza ni para sobrevivir. Todo esto tiene connotaciones con cómo apreciamos nosotros la humanidad y cómo entendemos nuestro papel”, plantea.
Conoce el elenco
- Luisa Huertas – Socorro
- Rebeca Manríquez -Esperanza
- José Alberto Patiño – Siddhartha
- Pedro Hernández – Jorge
- Agustina Quinci -Lucía
- Juan Carlos Colombo – Candiani
- Producción: Varios Lobos
- Guión: Pierre Saint Martin Castellanos e Iker Compean Leroux
- Fotografía: César Gutiérrez Miranda