El plástico es de los grandes enemigos del medio ambiente y del bienestar del planeta Tierra y los que habitan en él.
Y es que, al día, se generan en el mundo alrededor de 10 millones de basura, de acuerdo a Daniel Rolleri, quien es director de la Asociación Ambiente Europeo (AAE). De hecho, “el mundo sigue sin encontrar el equilibrio entre la producción de recursos y la conservación del medioambiente. Arrojamos 8 millones de objetos diarios al océano”, que en conjunto alcanzan un peso total de las 10 millones de toneladas mencionadas.
De las cuales, alrededor de 6 mil 300 millones corresponden a residuos y del que 79 por ciento se acumula en vertederos y el medio ambiente.
La producción de plástico en el mundo alcanzó las 311 millones de toneladas en el 2014. Y se prevé que se duplique en las próximas dos décadas.
Los mexicanos generan un promedio de 722 mil toneladas anuales de plástico y sólo se reutiliza 50.4 por ciento de las mismas.
Como era de esperarse, el 90 por ciento de este material es derivado del petróleo.
No solo eso, investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara, señalaron que para el año 2050, los humanos habrán fabricado aproximadamente 34 mil millones de toneladas de plástico.
Esperanza mexicana
Expertos, activistas y uno que otro entusiasta se han dado a la tarea de buscar alternativas para evitar que se siga utilizando plástico o bien, opciones para que su degradación sea más rápida.
Un ejemplo de ello es el trabajo de investigadoras de la Facultad de Química de la UNAM, quienes lograron que la degradación del plástico se redujera de 500 años ¡a 15!
Para lograrlo, crearon un método basado en el tratamiento biocatalítico para degradar plásticos, en el que se aíslan los genes del hongo Aspergillus nidulans para después introducirlo en la levadura Pichia pastoris, que es un organismo hospedero.
De esa manera, la enzima va rompiendo los enlaces –ésteres– del PET.
Procesos como éste son prometedores y eficaces, ya que para ver resultados no habría que esperar miles de años.