La percepción de la gente sobre los alimentos genéticamente modificados parece estar cambiando el comportamiento de algunas empresas en Estados Unidos. Y lo más sorpresivo es que ha sucedido sin una ley de por medio.
Un reporte de National Public Radio (NPR) afirma que aunque compañías de alimentos como Ben & Jerry’s han hecho pública su firme oposición a los organismos genéticamente modificados (OGM), otras empresas que elaboran productos de consumo popular están “calibrando sus estrategias cuidadosamente –y mucho más silenciosamente–”.
Por ejemplo, la versión original del cereal Cheerios es ahora libre de OGM, pero el único anuncio que se hizo fue un post publicado en el blog de la empresa, en enero pasado. Y no fue modificada la presentación del producto para hacer notar el cambio.
NPR señala que el cereal Grape Nuts también está libre de OGM y que la tienda Target cuenta con 80 productos de su propia marca certificados como libres de OGM, pero no lo anuncia.
Buscan ganancias
Nathan Hendricks, economista agrícola de la Universidad Estatal de Kansas, dijo en entrevista con NPR que los grandes productores de alimentos están tratando de medir el comportamiento de sus consumidores.
“A fin de cuentas, estas grandes compañías no son amigos, ni nada parecido, de Monsanto. Quieren tener ganancias, y quieren hacer lo que les permita generar dinero. Así que mejor preparan nuevos productos en caso de que las preferencias de los consumidores comiencen a cambiar hacia productos libres de OGM”, indicó.