Puede resultar intuitivo que tomar suficiente agua tiene beneficios para nuestro cuerpo y que no hacerlo puede resultarnos en afectaciones a la salud. Aún así, un estudio reciente puso en evidencia que no estar bien hidratado puede provocar envejecimiento prematuro, enfermedades crónicas e incluso una muerte prematura.
La investigación publicada en la revista eBioMedicine, concluyó que efectivamente las personas que no se mantienen correctamente hidratadas tienen un mayor riesgo a desarrollar enfermedades crónicas y morir a una edad más temprana.
No obstante, también reconoce que se necesitan más estudios para confimar el vínculo entre la hidratación y el envejecimiento. La investigación fue dirigida por Natalia Dmitrieva, del Instituto Nacional del Corazón.
Para ello, el equipo de investigación observó los niveles de sodio en la sangre de las personas participantes como un indicador de hidratación. Las concentraciones más altas señalan que probablemente no se consumen suficientes líquidos.
La hidratación adecuada puede retrasar el envejecimiento y prolongar una vida libre de enfermedades.
— eBioMedicine
Part of THE LANCET Discovery Sciencehttps://t.co/CKH0kyiYVj pic.twitter.com/jav4rWpspH— Dr. Ilin Gilberto de la Torre M. (@IlindelatorreMD) January 7, 2023
El estudio encontró que las deshidratación en personas en la mediana edad (entre 40 y 60 años) se asocia con un aumento del 39 por ciento para desarrollar enfermedades crónicas.
Asimismo, la deshidratación se asoció con hasta un 50 por ciento más probabilidades de que la edad biológica fuera mayor a la edad cronológica. Es decir, que los órganos podrían presentar un envejecimiento mayor al que deberían tener para cierta edad.
En consecuencia, una mayor edad biológica se asoció con un mayor riesgo de enfermedades crónicas y de mortalidad prematura. Las enfermedades más recurrentes eran insuficiencia cardiaca, accidente cerebrovascular, enfermedad pulmonar crónica, diabetes y demencia.
¿Cómo evitar el envejecimiento biológico prematuro?
Las personas que realizaron la investigación sugieren que una adecuada y constante hidratación puede ayudar. No obstante, no basta por sí misma. Es necesario sumar actividades como hacer ejercicio y mantener una alimentación saludable. El conjunto de buenos hábitos ralentizarían más el proceso de envejecimiento.
Los resultados se basan en datos recopilados durante 25 años en más de 11 mil personas adultas de Estados Unidos. Quienes participaron asistieron a sus primeras visitas médicas entre los 45 y 66 años; luego regresaron para sus seguimientos entre los 70 y 90 años.