“No es normal sufrir en el parto”. Este libro denuncia la violencia obstétrica en el país

La publicación reúne testimonios de mujeres que han vivido esta práctica en el país. Propone herramientas para reconocer esa conducta y denunciarla
Abida Ventura Abida Ventura Publicado el
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En México, 25 por ciento de las mujeres experimentan violencia obstétrica durante el embarazo, parto y posparto. Es decir, prácticas que van desde gritos, amenazas, omisiones, castigos, hasta abuso de medicalización, invasión del cuerpo, mutilación,  desinformación e infantilización de las mujeres.  Es una de las violencias de género menos conocidas porque su práctica está normalizada, incluso por las mujeres que la padecen porque no saben reconocerla o porque no la consideran como tal, por cuestiones sociales o culturales.

Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) de 2016 realizada en todo México, entre 16.9 y 36.5 por ciento de mujeres que tuvieron un embarazo de 2011 a 2016 aseguraron haber vivido violencia obstétrica. Las cifras varían según los estados y reflejan el desconocimiento o normalización de esa práctica, pues según esas cifras, en Chiapas solo 16.9 por ciento de las mujeres lo experimentaron, mientras que en la ciudad de México 36.5 por ciento admitieron haberla sufrido. Ese dato contradice a otras encuestas y estudios que colocan a Chiapas como un estado con altas tasas de violencia obstétrica, lo cual hace pensar que las mujeres no saben identificarla o asumen que esos malos tratos son parte del proceso.

Conscientes de la aceptación, muchas veces de manera abnegada, de ese tipo de violencia, un grupo de criminólogas, psicológicas, asesoras de maternidad e investigadoras se ha dado a la tarea de reunir sus testimonios y el de otras mujeres en el libro  Violencia obstétrica (Aguilar, 2023), el cual se plantea como una guía para que las mujeres tengan herramientas para reconocer esta conducta, saber cómo enfrentarla y denunciar.

“Es una iniciativa de un conjunto de mamás que, en algún momento, hablando sobre nuestro parto nos dimos cuenta que muchas de nosotras vivimos algún tipo de violencia obstétrica, pero en el momento del embarazo o del parto no teníamos el conocimiento ni las herramientas para poder identificarla y hubiéramos querido haber pasado por una experiencia distinta”, dice en entrevista con Reporte Índigo Nadia Choreño Rodríguez,  abogada y feminista, una de las autoras del libro.

Mercedes Llamas Palomar, Berenice Reyes Beltrán y Anna González Ruiz son las coautoras de este volúmen que también está disponible en ebook y audiolibro.

Práctica normalizada

Choreño Rodríguez, quien en los últimos años se ha dedicado a la defensa de los derechos de las mujeres y de la niñez,  comparte en este volumen su experiencia de haber vivido esta práctica incluso en un entorno que ella consideraba seguro y que había elegido por su supuesto enfoque de parto humanizado.

De acuerdo con la abogada, durante el parto fue totalmente anulada. No tomaron en cuenta sus indicaciones y el personal médico no le informó sobre los procesos que realizaron en su cuerpo, algunos de ellos cuestionables como que una enfermera se recargara en su vientre y lo empujara.

“El tipo de violencia que yo viví siento que es de la más leve,  pero la más común porque hay grados de violencia, y esta fue simplemente el no darnos la información necesaria para tomar nuestras propias decisiones. Tenemos el derecho de poder vivir nuestro parto como nosotras lo decidamos, cuando no hay ninguna justificación clínica que lo impida. Tenemos el derecho de ser informadas de todo lo que está pasando con nuestro cuerpo, las sustancias que nos están suministrando, las maniobras que nos están realizando y tener consentimiento de todo de nuestra parte”, comenta.

Además de este testimonio, el libro da cuenta de otros casos donde el abuso y maltratos médicos han tenido graves consecuencias en la salud de las madres y sus hijos. Esas voces se intercalan con información práctica, datos estadísticos, experiencias en otros países, estudios que cuestionan los procedimientos medicalizados del embarazo y parto,  herramientas para que las mujeres se informen y asesoren sobre el tema, así como una guía de qué hacer para denunciar este tipo de violencia.

“Queremos que sea un libro accesible y que funcione como una herramienta para saber qué es la violencia obstétrica, cómo podemos prevenirla o denunciarla, en caso de haberla padecido”, dice Choreño Rodríguez.

Modelos médicos y cultura patriarcal que la propicia

La abogada considera que en México existen diversos factores por los  que esta violencia de género está enraizada y apenas empieza a nombrarse. Entre esos están los protocolos médicos, donde es común tratar a una mujer embarazada o parturienta como si estuviera enferma e intervenir su cuerpo sin su consentimiento.

Otras causas son la falta de infraestructura física y de personal éticamente capacitado en el servicio de salud público, así como la cultura patriarcal que pone a las madres en una situación de vulnerabilidad.

“Vivimos en una cultura patriarcal donde nos enseñaron que debemos sufrir y aguantar todo, que nunca debemos cuestionar, y la maternidad está llena de tabúes. Como mujeres tenemos implementado un chip que en automático nos hace pensar que ser madres significa sacrificarse, culparse, eso hace que cuando estamos en una situación de violencia, no podamos cuestionar y decir que eso no está bien, que no es normal sufrir en el parto”, plantea.

Por eso, considera que el primer paso para visibilizar este tipo de violencia es la información:  “Creo que el problema es muy grande, pero tenemos que ir paso a paso. Mientras más se vaya haciendo común este término entre nosotras, abriremos un poco más los ojos. Revisemos alrededor de nosotras y veremos que muchas no han escuchado el término porque es reciente y no sabemos bien qué es y, si no conocemos esa violencia, no podemos nombrarla, denunciarla ni visibilizarla”.

¿Dónde denunciar si fuiste víctima de violencia obstétrica?

Si fue en el servicio de salud público:

  • Denunciar en el Órgano Interno de Control de las instituciones de salud. IMSS, ISSSTE, etc
  • Acudir a la Comisión Nacional de Derechos Humanos o a la estatal, según sea el tipo de institución que te dio el servicio
  • Denunciar ante la Fiscalía General de la República por delitos de lesiones (físicas o psicológicas ), tentativa de homicidio y homicidio.  En algunos estados, como Chiapas, Estado de México, Guerrero, Quintana Roo y Veracruz la violencia obstétrica está tipificada como delito

Si fue en hospital privado:

  • Es posible interponer un amparo
  • Denunciar por la vía penal
  • Acudir ante la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED) para realizar una queja administrativa

Delito de violencia de género

En la mayoría de los estados del país, como la Ciudad de México, la violencia obstétrica no está tipificada como delito, pero está englobada como parte de las violencias de género.

“Hay quienes consideran que no es necesario diferenciarlo porque se entiende como violencia de género, en principio. Ahí más bien es que las fiscalías y ministerios públicos tengan la capacitación y sepan encuadrar los hechos en el tipo normativo que pueda haber en cada estado”, dice la abogada Choreño Rodríguez.

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