“No entendería la ópera sin haber pasado por los boleros”: Javier Camarena

El tenor mexicano Javier Camarena hizo una pausa en su agenda repleta de presentaciones en grandes escenarios operísticos del mundo para estar en el país y promocionar su nuevo álbum: La voz de México, un tributo a la canción mexicana y a sus máximos compositores.

El veracruzano aterrizó en Ciudad de México un día después de presentarse en el Teatro Real de Madrid, un recinto donde tiene el envidiable récord de ser el cantante que más bises ha realizado en la historia del recinto. En ese espectáculo madrileño, Camarena se reafirmó como uno de los tenores más aclamados de la actualidad y dejó claro que, lejos de querer portar la etiqueta clásica de “divo de la ópera”, es capaz de pasar del repertorio de mayor exigencia a los boleros y al mariachi sin ningún temor.

“No creo que una cosa desvirtúe a la otra. Tampoco creo desvirtuarme como cantante por hacer una cosa o la otra. Son cosas que disfruto y, como bien dice el dicho, en gustos se rompen géneros”, declara el cantante en entrevista con Reporte Índigo al hablar de su nuevo disco, que incluye boleros y rancheras, hasta una versión del clásico son jarocho La Bamba.

Para él, la ópera y un género como los boleros y rancheras no son opuestos, sino un complemento: “Yo no entendería la ópera como la entiendo hoy sin haber pasado por los boleros porque tienen mucha poesía y sentimiento  y eso abunda en la ópera; y no podría interpretar de la manera en que lo hago todas las canciones populares de no haber pasado por el rigor de comprender los textos de la ópera”.

Lanzado bajo el sello de Sony Music con voces invitadas como Lila Downs, Eugenia León, Tania Libertad y Yuri,  La voz de México es un disco en el que “la voz tenoril está al servicio de la interpretación”.

“No queríamos realizar el típico disco de cantante de ópera cantando música popular, en el sentido de que, normalmente, el cantante lleva las canciones a donde está su voz y canta todo como si estuviera cantando arias de ópera, que no está mal, pero para mí, el ser fiel al estilo y al género tiene que conllevar a un cambio en la interpretación. Creo que eso es lo que lo hace principalmente distinto. Es un disco en el que la voz tenoril se convierte en un recurso interpretativo y expresivo”, comenta el tenor.

Así, boleros como “Somos novios” de Armando Manzanero adquiere, en la voz de  Camarena, un inicio en tonos aterciopelados y suaves hasta que el caudal de voz se convierte en agudos para remarcar los pasajes centrales de la composición.

“Esta voz potente de tenor para cantar los agudos, la ocupé precisamente para remarcar la emoción en ciertas canciones, en ciertos pasajes y no para hacerla presente en cada segundo de cada una de las canciones”, dice.

Disfruta las rancheras y boleros

El cantante, egresado de la Universidad de Guanajuato y que despegó en 2004, cuando obtuvo el primer lugar en el Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli de México,  no duda en reconocer que la canción mexicana ha sido siempre parte primordial de su repertorio y de su cultura músical.

“Desde que era estudiante y armaba mis recitales para hacer mi servicio social en la Universidad de Guanajuato, ya desde entonces, a la par de arias de ópera, siempre hubo canción mexicana. Esto ha estado presente siempre porque es parte de mi identidad, de mi cultura musical y es algo que disfruto enormemente”, señala.

Recuerda que el soundtrack de su infancia está marcado por una mezcla variopinta que incluye música charleston, pasando por rancheras de Pedro Infante, Jorge Negrete, hasta el pop de ABBA, el rock de Creedence, Kiss,  o el funk de Earth, Wind & Fire.

En ese repertorio también han tenido un lugar Chico Che, Rigo Tovar, la Sonora Santanera, Los Panchos, Los Tres Diamantes. “Este tipo de cultura musical caló tanto en mí que, para la clausura del Cervantino en 2019, presenté un arreglo orquestal y canté “Perfume de Gardenias”. He cantado boleros desde hace mucho tiempo porque me acuerdo de mis abuelos escuchando a Eydie Gormé y Los Panchos, Los Tres Caballeros”, comparte el cantante que también se declara fan del bossanova.

Camarena, quien ha ganado múltiples premios y reconocimientos como el Opera News Award 2020, la Medalla de Ópera de Bellas Artes y la Medalla Mozart en 2019, sostiene que disfruta mucho estos proyectos musicales donde puede acercarse a sus raíces musicales, pues recuerda que antes de convertirse en uno de los tenores más importantes del mundo se pagó la universidad cantando covers en bandas de rock o en grupos que amenizaban fiestas.

“Cantaba ‘De música ligera’, ‘La  muralla verde’,  ‘Sufre mamón’, estas canciones de mi época; también cantaban en grupos de fiestas boleros, temas como ‘Mayonesa’. Esto es parte de mi identidad y siempre lo veo con mucho cariño y orgullo. Amo mi trabajo principal que es ser cantante de ópera, pero esto es parte de mi y es algo que hago por mis raíces”, dice.

El efecto Luis Miguel

Ya en otros proyectos musicales, como Javier Camarena canta a Cri Cri  (2016) y Serenata (2015), ha dejado claro su amor por el repertorio de música popular mexicana. Una tradición a la que ningún cantante en México escapa, asegura:

“En México es casi innegable que todos los que son tenores empezaron a estudiar música porque querían cantar como Luis Miguel o como Vicente Fernández. Yo empecé a estudiar canto porque quería estudiar música y ya estaba viejo para estudiar guitarra o piano, tenía 19 años, ya estaba pasado de edad, entonces, opté por canto, porque quería cantar mejor, pero ni idea de la ópera”.

En este nuevo álbum, Camarena también cumple su sueño de cantar junto a una de las mayores representantes de la música mexicana en el mundo: Lila Downs, así como con Eugenia León, Tania Libertad y Yuri,  a quienes ha admirado desde siempre. “Un sueño hecho realidad cantar con Yuri, que es una artista que admiro desde que tengo memoria. Que siga teniendo esta voz tan maravillosa es algo que me fascina y haber podido colaborar en el himno de los veracruzanos, ‘La Bamba’, ha sido un tremendo honor”.

Tiene agenda llena

La agenda operística del artista está tan llena que, por ahora, no tiene fecha de presentación del álbum en México.  Esta semana viaja a San Francisco para grabar un disco dedicado a Francesco Paolo Tosti; en septiembre su calendario incluye presentaciones en la ópera Estatal de Viena y una gira en Sudamérica. Después se presentará en Bilbao, volverá a México para cantar Cri-Cri en El Cantoral  y terminará el año en el Teatro Real cantando Rigoletto.

“Está tan apretada la agenda operística que voy buscando espacios, en donde poder acomodar este proyecto que también es importante para mi y tengo muchas ganas de presentarlo en vivo”, dice.