“Niño genio” denuncia hostilidad en Centro de Ciencias Genómicas de la UNAM

Carlos Santamaría, el pequeño de 12 años que estudiará en la Facultad de Ciencias de la UNAM, asegura que aunque hoy todos son amables con él, también enfrentó momentos difíciles en la máxima casa de estudios
Pablo Espindola Pablo Espindola Publicado el
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Carlos Santamaría, el niño de 12 años que ingresará el lunes a la Facultad de Ciencias de la UNAM, asegura que lo impresiona el grado al que hemos llegado como especie, que con tanto conocimiento muchas veces lo usamos para la destrucción.

“El conocimiento viene primero de admitir nuestra propia ignorancia  y también el poder al que hemos llegado, el poder de destruirnos a nosotros mismos y destruir la vida que existe en el Universo, pero también el poder que tenemos de crear nueva vida, realmente es impresionante, de verdad espero  que la estupidez humana nos lleve a lo peor. Temo lo peor, pero también anhelo lo mejor”, señaló el nuevo integrante de la UNAM.

Con su trabajo le gustaría sacar a México del hoyo en el que se encuentra porque, dice, no está bien orientado. “Yo creo que uno de los principales problemas es la falta de educación que hay en el país, entonces quiero ver si encuentro más personas que también quieran, pero no puedan ayudar a México”, explicó el niño.

Con respecto a la ciencia, indica que no entiende cómo otros niños no se sienten interesados por ella. No le cabe en la cabeza que si usan celulares que su cámara funciona por el efecto foto eléctrico, ignoren los descubrimientos de Albert Einstein.

“Si estás vivo cómo no puedes interesarte en cómo funcionas. La ciencia es un arma de doble filo, es la llave para el avance, es la llave para la opresión, es la llave para la destrucción y también es una de las llaves para la felicidad, porque comprendes cómo funciona tu entorno y así es más fácil que seas feliz”, declara Santamaría.

El internet y los videojuegos

Para muchos padres, el Internet  es una distracción para sus hijos; sin embargo, para Carlos ha sido una ventana que le ha permitido adquirir mayores conocimientos.  

“Por más que digan ‘no, no creas nada de lo que hay en Internet’, hay muchos lugares donde se pueden aprender montones de cosas. Muchas de las cosas que he aprendido han sido por Internet. También los videojuegos son de mis pasatiempos favoritos, sólo son malos cuando terminan controlando la conducta de las personas”, asegura.

Para él, los tiempos han cambiado y exigen nuevas formas de enseñanzas, nuevos retos por superar. El sistema educativo mexicano, afirma, está caducó y los niños merecen nuevas herramientas de aprendizaje.

Resalta que la televisión y el Internet  son las mejores herramientas que los han acompañado  en toda su vida para seguir aprendiendo.

“Qué raro que nos estemos dando cuenta, después de unos 20 años, que el sistema educativo está caduco por la forma de enseñar, los profesores empiezan a aburrirse de lo que enseñan, lo que necesitamos hacer es un sistema educativo que no sea sólo de un flujo, que no sea sólo de profesor a alumno, sino que los niños descubran cosas, el por qué de las cosas, la demostración. Debemos darle una nueva cara a la educación, a la escuela, que no sea esa institución rígida, que sea un lugar en el que vas a descubrir nuevas cosas”, sentencia Santamaría.

Los retos de la UNAM

El pequeño genio asegura que la Universidad lo ha acogido muy bien, sobre todo en la Facultad de Química, pero comenta que no siempre fue así porque se enfrentó a problemas cuando estuvo en el Centro de Ciencias Genómicas.  

“Los maestros se empezaron a mostrar hostiles, uno empezó a inventar mentiras, el hermano de la coordinadora de la carrera, no voy a decir nombres, se hizo todo un rollo y después tuvimos que salir y empezamos a buscar opciones. Nos dimos cuenta que no dejar entrar a un niño a la prepa o a la universidad es discriminación, igual que discriminar a un negro, a una mujer o a un chino”, dice el pequeño genio.

Por lo que una de sus intenciones es el proyecto de abrir un grupo de niños talento para darles la oportunidad de acceder a una educación universitaria incluyente y respetable y asó poderles transmitir lo que él sabe, no como maestro, sino como un compañero.

Para su papá, Gerardo Santamaría,  el problema no es el sistema, “el sistema y la estructura son ideales, el problema es cómo lo interpretan  las autoridades”.

A los chicos que no lograron ingresar este año a la UNAM les dice que “se trata de intentarlo una y otra vez hasta que entres, se trata de estudiar por todos los medios, guías de la UNAM, sitios de Internet que son muy buenos para enseñarte cálculo. No rendirse y seguir intentándolo. Yo entré, pero si no hubiera entrado, lo hubiera seguido intentando”.

Carlos Santamaría a sus escasos 12 años ha recorrido un largo camino de la mano de sus padres, uno que no ha sido nada fácil, pero acepta que a faltan muchos retos por superar. 

“Mentalmente estoy preparado para lo que venga, porque los tres (él y sus padres) hemos pasado por bastantes cosas…”, finaliza Carlos.

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