No se necesita saberse al pie de la letra el orden de los episodios que conforman la saga cinematográfica de “Star Wars”, creada por George Lucas hace más de 40 años, tampoco se requiere comprender todos y cada uno de los personajes de la franquicia que ahora pertenece a Disney o inclusive tararear de memoria el tema principal compuesto por John Williams para coincidir con que las películas ambientadas en una galaxia muy, muy lejana son un hito y un legado sin igual en el séptimo arte, la cultura pop y hasta de la mercadotecnia.
Sobre todo ahora que Disney ha garantizado que habrá una nueva trilogía (12 episodios en total, hasta ahora), junto con la creación de un hotel alusivo y un parque temático. Esto sin contar los spin-offs de personajes como Han Solo y Obi-Wan Kenobi.
Lucas supo asegurar que su legado siga vigente durante al menos una década más, tal como ha estado desde que se estrenó “Star Wars: episodio IV – una nueva esperanza”, en 1977.
De hecho, al venderle este imperio –que sí contraataca a otras franquicias– señaló que quería “poner la empresa en una entidad más grande que pudiera protegerla. Disney es una enorme corporación. Tienen toda clase de capacidades e instalaciones, así que se gana mucha fuerza con esto”.
“El alcance y la experiencia de Disney le da a Lucasfilm la oportunidad de brillar en nuevos caminos en cine, televisión, medios interactivos, parques temáticos, entretenimiento en directo y productos de consumo”, dijo.
Y es que la inigualable creatividad de Lucas, junto con el perfecto timing –cuando se comenzaban a mezclar los animatronics con los efectos visuales y especiales digitales– lograron que hoy “Star Wars” tenga fanáticos de todas las edades.
Hay hombres de la tercera edad que en los ‘70 y ‘80 disfrutaron de los primeros episodios junto a sus jóvenes hijos, hay adolescentes que se disfrazan de la Princesa Leia en Halloween en la actualidad y niños y bebés que juegan con su mercancía alusiva de BB-8.
¿Cómo lograr acaparar mercados y generaciones tan distintas y dispares con películas que están divididas por el transcurso del tiempo y la modernidad de los efectos visuales?
Muy sencillo: por empatía. Los personajes –sean o no las criaturas alienígenas que aparecen en la famosa escena de la cantina de “Star Wars: episodio IV – una nueva esperanza”– son buenos y malos, algo que el público disfruta en su esplendor. El propio George Lucas ha dicho que el bien y el mal están específicamente representados en personas (aunados al vaivén de la Fuerza).
Además, los personajes como Han Solo, Princesa Leia, Padmé Amidala, Luke Skywalker, Chewbacca y, sobre todo, Anakin Skywalker/Darth Vader están dignamente representados en un universo que bien podría ser la Tierra o, como es el caso, en una galaxia muy, muy lejana.
Sin duda, otro elemento clave en el éxito de “Star Wars” es su protagonista –sí, es el principal– Darth Vader. Ese héroe clásico que empezó siendo un esclavo y terminó dominando la galaxia junto al Emperador Palpatine/Darth Sidious.
Las emociones positivas y negativas, el equilibrio y el balance de la Fuerza, el misticismo de los Jedi, junto con el dominio de los sentimientos hacen que los personajes sean humanos, pero galácticos, atrayendo al público de todas las edades.
Así en el cosmos como en la Tierra, a todo ser humano de la audiencia le da gusto liberar de la opresión imperial a la galaxia y desearía formar parte de la Alianza Rebelde… o bien, pasarse al Lado Oscuro para conocer el profundo poder de la Fuerza (aunque solamente un sith piensa en absolutos).
La Fuerza de la mujer
Otro de los tintes más significativos de “Star Wars” son sus heroínas, desde la defensora de la República, Padmé Amidala, la perseverante Princesa Leia, la tenaz Jyn Erso y la intrépida Rey.
Desde que la Princesa Leia apareció en los ‘70 abrió paso al papel de la mujer revolucionaria, líder y, de hecho, es de las heroínas fundamentales de este universo galáctico.
La Princesa Leia derrotó al Imperio, después de luchar contra el mismo durante tres películas.
Los pilares de ‘Star Wars’
Además de un elenco entrañable, esta saga galáctica cuenta con distintos pilares que la han hecho dominar el universo del séptimo arte, así como el gusto del público de distintas edades: hablar de temas como el amor, la muerte, la Fuerza, la vida, la guerra, el miedo, la locura y, claro, la política.
Al igual que Darth Vader, el personaje que voluble, ambicioso, emotivo, poderoso, atormentado y sensible cuyo desbalance lleva al desequilibrio de la Fuerza y a la creación del Imperio.
Anakin/Darth Vader es el ícono de esta saga y solamente necesito la voz de James Earl Jones y un traje con el que logró cautivar al público sin necesidad de gesticular o mostrar el rostro. Eso es dominar la Fuerza.
A su vez está la banda sonora a cargo de John Williams, en la saga completa. Considerado el “Mozart de la modernidad”, Williams creó tracks que se tatuaron en la cultura pop y que hicieron de “Star Wars” lo que es hoy.
La combinación de efectos visuales y especiales, el uso de animatronics, la banda sonora de Williams y Darth Vader en pantalla son los ingredientes de la fórmula que, bajo la batuta creativa de George Lucas, dieron vida a una historia que ha hecho reír, llorar y dejar con la boca abierta a millones de personas en todo el mundo, con escenas como en la que Darth Vader le confiesa a Luke Skywalker que él “es su padre”.
Nostalgia y atemporalidad
La compañía Disney supo aprovechar los recursos clave como la nostalgia, la pasión y el arraigo hacia esta era de cine, tecnología, arte y la literatura para crear una nueva era de “Star Wars”. No será lo mismo que hizo Lucas, pero lo que sí se asegura es la oportunidad para que las futuras generaciones de padawans jueguen con sables de luz y de mayor tecnología.