El estudio de los Fenómenos Anómalos No Identificados (FANIs, antes ovnis), requerirá de nuevas técnicas científicas, mejor tecnología (satélites avanzados), así como un cambio en la forma de percibir dichos objetos. Así lo declaró la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) este jueves.
Tal fue la determinación luego de que la agencia estadounidense hizo públicas sus conclusiones tras un estudio sobre FANIs que duró un año. En el panel de la NASA, compuesto por diversos expertos en temas desde física hasta astrobiología, finalmente emitieron su informe.
¿Qué concluye el informe de la NASA?
Dentro de su publicación, un equipo independiente de la NASA señaló que actualmente hay una percepción negativa en torno a los FANIs. Esto representa un obstáculo para la investigación, por lo que se instó a la agencia espacial a aumentar sus esfuerzos para recabar información sobre dichos fenómenos.
Por su parte, el administrador de la NASA, Bill Nelson, destacó que la agencia tiene la intención de cambiar la perspectiva sobre los FANIs. Buscarán pasar del sensacionalismo hacia una mirada más científica.
Asimismo, la NASA nombrará a un nuevo director de investigación de estos fenómenos. Dicha persona se encargará de “centralizar las comunicaciones, los recursos y las capacidades de análisis de datos para establecer una base robusta para la evaluación de futuros FANIs”.
¿Hay vida extraterrestre?
Finalmente, la agencia espacial insistió en que, al menos por ahora, no hay evidencia concluyente de vida extraterrestre asociada a los FANIs. “La NASA lo hará transparente”, afirmó Nelson.
La presentación de este informe llega en el marco de un creciente interés y abordaje del tema de FANIs y vida extraterrestre. Todo se suscita a raíz de las polémicas declaraciones bajo juramento de un exfuncionario de Estados Unidos.
Cabe recordar que el exelemento de inteligencia afirmó que el gobierno estadounidense tenía en su poder tecnología extraterrestre. Y no sólo eso, sino que también habían recuperado lo que calificó como “restos no humanos”, que presuntamente tripulaban los ingenios recuperados.
