En Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, el arraigo a la cultura zapoteca permanece hasta hoy en día, los usos y costumbres locales predominan, junto con sus “velas”, fiestas tradicionales patronales conforme a la iglesia, pero también uno de los secretos mejor guardados a todas luces. Ahí se dice que, además del hombre y la mujer, existen muxes, un tercer género, que ha estado en disputa durante generaciones por no querer reconocer a los varones que desean ser del género femenino, y hay discrepancias de cómo aceptarles, o no, dentro de la comunidad.
Para conocer a profundidad el tema, el 17 de noviembre se estrenó por HBO Max el documental titulado Muxes, en el cual se entrevista a varias personas de esta comunidad y cuentan su experiencia personal, de cómo han sido aceptadas o discriminadas por pertenecer a este género.
Kristhal Aquino Esteban es una de ellas, y platica con Reporte Indigo de cómo se involucró en este testimonial. Primero se enteró de un casting, gracias a una “comadrita”, como ella le llama a su amiga, en una primera instancia la muxe se negó y no acudió, pero eventualmente, los productores dieron con ella.
“Me fueron a ver, platicamos, fue una charla muy amena en su momento, y enseguida me contactaron. Me empezó a entrar el miedo, porque pensé que nos iban a dar un guión, pero cuando ya nos presentan el proyecto y nos dicen que es nuestra vida cotidiana, pues dije ‘de aquí soy’, y empezamos a contar nuestras historias”, comparte en videollamada Aquino.
En el documental, Kristhal describe que, desde pequeña, a ella le gustaba el campo, que si volvería a nacer, escogería de nuevo ser muxe, además, se desenvuelve perfecto en cualquier faena, sea en las cuestiones domésticas que le pida su mamá o si su padre le pide ayudar en la siembra, ella acude sin problemas.
Pese a que la comunidad muxe tiene su propia vela en Juchitán, y cada vez haya un discurso de mayor pluralidad hacia ellas, los crímenes de odio continúan y Aquino expresa que hay mucho trabajo que hacer por seguir adelante.
Istmo, ¿paraíso de las muxes?
Pareciera que Oaxaca y sus alrededores son este edén perfecto para las personas LGBT+, pero Aquino describe que no es así, ciertamente las cifras lo comprueban, porque solamente en lo que va del 2022, hasta septiembre pasado, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, registraba 27 crímenes de odio y discriminación contra mujeres trans.
“Siempre dicen que el istmo es el paraíso muxe, lamentablemente no comparto esa idea, porque muchas compañeras hemos sido violentadas en casa, por mamá, papá, abuelos, tíos, hermanos, entonces desde ahí empieza el proceso de una muxe y al querer salir adelante muchas huyen de casa”, abunda la entrevistada.
Aquino también destaca que lamentablemente es tanto el agobio que, incluso, algunas muxes han recurrido al suicidio, por ello lanza la urgencia del acompañamiento para trabajar el tema de estigma y discriminación, algo que se está logrando con instancias gubernamentales.
Vivir sin miedo
Aquino es una mujer empoderada, que físicamente impone, que su tez morena y facciones la hacen única, pero aún así, al salir de casa no se siente segura, y cree que este es un sentimiento generalizado de la población.
“Estando en casa creo que no tengo miedo, pero saliendo, todas vivimos con miedo porque nos enfrentamos a muchas cosas, incluso cuando estamos haciendo alguna gestión por alguna compañera, nos topamos con personas que nos pueden agredir, entonces sí vivimos con miedo, no es fácil levantar la voz”, revela la activista.
Pese a que federalmente ya se reconozca el matrimonio igualitario, existan leyes en pro del cambio de sexo y que se le reconozca a las personas trans, en ocasiones todavía se refieren a Kristhalen como William, detalles como este, el tema de quienes llegan a la tercera edad, entre otros, son los que faltan más por hacer.
“Tener alguna instancia que acogiera a nuestras adultas mayores es un buen punto que hemos tratado de ver, porque tenemos compañeras ya de la vieja guardia, que son de edad avanzada, entonces hay algunas que sí viven con su familia y otras que lamentablemente la familia está alejada o distanciada. Hay apoyos para varones o mujeres, pero ¿por qué no hay un proyecto para la comunidad muxe? Eso es muy importante y lo queremos plasmar ante la Cámara de Diputados”, resalta Aquino.
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