Música tenebrosa

No puedo pensar en música más tenebrosa que la que está presente en el álbum “The Drift”.  

Scott Walker es quizá el músico que ha vivido la transformación artística más interesante en la música pop. Comenzó como un ídolo juvenil a finales de los 50 y principios de los 60, después formó junto a John Maus –o John Walker– y Gary Leeds a The Walker Brothers.

No puedo pensar en música más tenebrosa que la que está presente en el álbum “The Drift”.  

Scott Walker es quizá el músico que ha vivido la transformación artística más interesante en la música pop. Comenzó como un ídolo juvenil a finales de los 50 y principios de los 60, después formó junto a John Maus –o John Walker– y Gary Leeds a The Walker Brothers.

Con esta agrupación, el mundo de la música conoció su barítono, una profunda, dramática e inconfundible voz con la que exploraría sonidos más pomposos en la excelente serie de álbums que lanzó al inicio de su carrera en solitario. Con “Scott” (1967), “Scott 2” (1968), “Scott 3” (1969) y “Scott 4” (1969), se hizo rápidamente de una reputación artística inigualable en el Reino Unido. 

Después de la reunión con The Walker Brothers en 1978, Scott Walker mutó artísticamente. De ser una de las voces estilo Neil Diamond, se fue acercando al avant garde, el art rock y la experimentación. También hizo varias pausas… prolongadas. En los últimos 30 años ha lanzado apenas tres álbums: “Climate of Hunter” (1984), “Tilt” (1995) y “The Drift” (2006), este último es el álbum más perturbador que he escuchado.

“The Drift” invariablemente inquieta a quien lo escucha. Es complejo, no encaja en un género en particular. El uso de instrumentos improvisados y sonidos inimaginables, lo convierten en un álbum que se cuece aparte. Es imposible no alterarse por la voz de Walker, que en estas sesiones se transforma en un arma auditiva casi de terror. La temática de la letra gira en torno a la tortura, a la enfermedad e incluso en una perturbadora pesadilla relacionada con el 9/11, vista a través de un imaginativo sueño de Elvis Presley. 

El sonido y el uso de cuerdas en canciones como “Cue” podrían ocasionarte pesadillas. 

Scott Walker nos tiene preparada una sorpresa para diciembre: el lanzamiento de “Bish Bosch”, su álbum número 14 con el que seguramente nos moverá las entrañas. 

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