Música a la carta

Carlos Ardila tiene 30 años, trabaja seis días a la semana, 10 horas al día. ¿Suena agotador? Todo depende. ¿Quién se puede quejar de un empleo que consiste en escuchar música de todo el mundo para descubrir y recomendar lo mejor a los usuarios de un servicio de streaming?

Este joven colombiano de aspecto intelectual es uno de los 50 editores de Deezer, el portal internacional de música en streaming que ofrece una experiencia personalizada a más de 26 millones de usuarios. 

Se considera un privilegiado. Y sabe que muchos quisieran estar en su lugar.

Ana Paulina Valencia Ana Paulina Valencia Publicado el
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Horas semanales de música escuchan los editores
https://www.youtube.com/watch?v=Lg6-ruZUV4Y

Carlos Ardila tiene 30 años, trabaja seis días a la semana, 10 horas al día. ¿Suena agotador? Todo depende. ¿Quién se puede quejar de un empleo que consiste en escuchar música de todo el mundo para descubrir y recomendar lo mejor a los usuarios de un servicio de streaming?

Este joven colombiano de aspecto intelectual es uno de los 50 editores de Deezer, el portal internacional de música en streaming que ofrece una experiencia personalizada a más de 26 millones de usuarios. 

Se considera un privilegiado. Y sabe que muchos quisieran estar en su lugar.

“Siempre tuve la música y el periodismo musical como un hobbie, nunca pensé que pudiera ser una profesión”, explica a Reporte Indigo en entrevista exclusiva. Y es que antes de ser curador de música, trabajaba como ingeniero mecánico, y su pasatiempo era seleccionar canciones para radios en línea y festivales.  

Ahora tiene a su disposición un catálogo de más de 30 millones de canciones, el más grande de los sistemas de streaming. Para llegar a esta selección, los 50 editores de Deezer suben cada semana cerca de 20 mil álbumes nuevos. En conjunto, el equipo escucha más de 2 mil horas de música por semana. 

Los editores dividen su tiempo en: estar al tanto de los nuevos lanzamientos, crear listas de reproducción y recomendar artistas, discos y canciones. Cada uno tiene un género asignado y es responsable de encontrar propuestas atractivas para dos audiencias: la regional que le corresponde y la internacional.  

El ADN musical

Ardila aclara que el editor no tiene la opción de elegir el género. A él le asignaron el hip hop, que era el que menos le gustaba y del que menos sabía. Pero es la estrategia que utiliza Deezer para que sus editores investiguen más a fondo. 

Y esta práctica funciona,  porque además de convertirse en un experto en hip hop, Carlos aprendió a entender y valorar este movimiento cultural y musical.

¿Qué necesita un tema para ser incorporado al catálogo? Que no tenga cambios abruptos de tempo, que posea un sonido limpio, que transmita un mensaje y que tenga vigencia de largo plazo. Ardila solo recomienda el 5 por ciento de toda la música que escucha. 

Una de las ventajas de Deezer es que los editores conocen el ADN musical de cada usuario, así que hacen sus recomendaciones diarias con base en las últimas 50 canciones que haya escuchado el suscriptor. 

A diferencia de los sitios de streaming que utilizan algoritmos para hacer nuevas propuestas a sus usuarios, en Deezer “el primer filtro siempre es humano, siempre hay una persona detrás de la recomendación”, señala Ardila. 

Su propósito personal es buscar que el usuario descubra “canciones que de verdad evoquen un momento, y que se conviertan también, un poco, en la banda sonora de su vida”. 

Esta selección personalizada ha contribuido al éxito de la plataforma, que tiene más de 12 millones de usuarios activos por mes y 5 millones de suscriptores de paga que tienen acceso a contenido ilimitado y sin publicidad. 

Y quienes piensen que los editores trabajan con la tecnología de audio más avanzada, se equivocan. Carlos aclara que utilizan audífonos de mala calidad para asegurarse de que las canciones se escuchen bien en cualquier equipo.

Pero no todo es audífonos baratos y escuchar música frente a una computadora. Carlos viaja casi la mitad del año para asistir a los festivales más importantes de Estados Unidos, Canadá y América Latina. Un motivo más para ser envidiado.

De festival en festival

Con menos de dos años en Deezer, ya ha realizado giras internacionales para escuchar música en vivo, conocer a los artistas y asistir a sus festivales favoritos. En Estados Unidos no se pierde el “CMJ Music Marathon” de Nueva York, el “FYF Fest” de Los Ángeles y el “SXSW” de Austin.

En México son obligados “Vive Latino” y “Nrmal”. 

Y en Colombia, su país de origen, asiste a “Hermoso Ruido” y “Estéreo Picnic” –este último tiene una estación de radio en Deezer–.  

Carlos aprovecha estos eventos para identificar nuevas propuestas, acercarse a las bandas que ya tienen música en la plataforma y disfrutar de la música que más le gusta: rock independiente, garage y Lo-Fi. 

Aunque confiesa que ahora también es fan del hip hop. “Sobre todo me gusta el old school, como Run DMC y Organized Confusion, y últimamente me gusta lo que está haciendo Aloe Blacc, Teophilus London”.    

Sabe que su trabajo seguramente está en la lista de los más deseados, sobre todo por los treintañeros. Pero no es fácil desligarse y hacer un espacio para otras actividades.

“Uno no puede apagar el switch y decir ‘hasta acá llega mi trabajo de curador o de editor’, el switch siempre está encendido”, dice.

Por eso dedica su tiempo libre a escuchar podcasts hablados, para descansar un poco de la música. Justamente lo contrario de lo que hace casi todo mundo. 

Streams’ a quien ‘streams’ merece

Deezer, Spotify y iTunes Radio se han convertido en los medios idóneos de difusión para los artistas de las disqueras independientes. Algunos incluso llegan a ser famosos en lugares que jamás se imaginaron.

“(Nuestro equipo) hace recomendaciones humanas y está pendiente de que las nuevas propuestas que merecen ser descubiertas –y merecen tener esa vitrina de 182 países donde está Deezer actualmente–, lo sean”, dice Carlos Ardila, uno de los 50 editores de la plataforma que creó Daniel Marhely en Francia en el 2007. 

Carlos señala que procuran mantener todas las propuestas al mismo nivel, sin dar tanta importancia a la popularidad del artista ni a su trayectoria.

Además, Deezer –y otras plataformas que siguieron su ejemplo– ofrece un espacio para que los artistas estén en contacto con sus seguidores: Deezer for Artists.

En este espacio, las bandas pueden recomendar hasta dos listas de reproducción, pero la herramienta más útil es el informe estadístico sobre su audiencia: quiénes escuchan su música, dónde, cuándo y cómo.

“Este tipo de datos a nosotros nos sirven, pero al artista le sirven muchísimo más”, explica Carlos. Y cita como ejemplo el caso de Intocable, banda texana de música norteña que ha aprovechado esta información para programar sus giras.  

Además, los editores utilizan los datos estadísticos para dar seguimiento a las bandas recomendadas. 

“En Deezer, por fortuna, todas mis apuestas han funcionado. Por ejemplo, una banda local que se llama Systema Solar (…), en una semana se convirtió en el segundo artista más escuchado en Francia. A partir de eso, con la información que le entregamos, se armó toda una gira europea”, cuenta Ardila. 

Los hijos de Pandora

La semana pasada Samsung anunció el lanzamiento de Milk Music, un sistema de streaming de música gratuito, exclusivo para los dispositivos de la marca.

Al igual que Deezer, Spotify y otros servicios de este tipo, la plataforma de Samsung ofrecerá recomendaciones personalizadas a los usuarios, cuyas canciones escuchadas recientemente serán utilizadas para elegir qué recomendarles.

El origen de esta tecnología data del 2000, con Pandora, radio en línea que permitía crear estaciones a partir de la canción o artista que el usuario seleccionara. A pesar de su innovación, el proyecto se consideró un fracaso.

La historia cambió en el 2004, cuando recibieron fondos del inversionista Larry Marcus. Así, en julio del año siguiente lanzaron Pandora Radio, que hoy tiene más de 200 millones de usuarios en Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda.

El éxito de servicios de streaming llegó en un buen momento, pues según Forbes las emisoras de radio tradicional, que solían ser la forma más conveniente de descubrir nueva música, tienen menos variedad que nunca.

Así como YouTube llevó a Justin Bieber a la fama internacional, Spotify ha servido para lanzar las carreras de artistas como Lorde, cuyo tema “Royals” ganó el Grammy a la Canción del Año en enero de este año.

Y, pese a que seguramente Milk Music hizo temblar a algunos de sus servicios competidores, los usuarios y los artistas pueden estar emocionados, pues es un escenario más para descubrir o ser descubiertos.

 

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