Los retratos de Librado García Smarth bien podrían parecer una imagen capturada por una Polaroid, ya sea por su formato y el tipo de iluminación que ofrecen; no obstante, el corpus de obra de este fotógrafo jalisciense se realizó entre 1910 y 1930.
A pesar de que en su momento fue considerado como uno de los máximos representantes del pictorialismo y pionero del modernismo, sus piezas quedaron en el olvido. Con el fin de saldar esa deuda histórica, el Museo del Estanquillo presenta la exposición Librado García Smarth. Eterno resplandor.
“Había una deuda con la fotografía, que a mí me parece que la salda Carlos Monsiváis, porque lo incluye en Historia mínima de la cultura mexicana en el Siglo XX, una publicación de 2010, el cual fue su último libro”, comparte el investigador David Torrez, curador de Eterno resplandor.
Con gusto les compartimos este video documental y testimonial sobre nuestra exposición “Librado García Smarth. Eterno resplandor” que pueden encontrar en el piso 4 del @m_estanquillo , esperamos lo disfruten…https://t.co/hibkgKOPam
— MuseoDelEstanquillo (@m_estanquillo) February 9, 2023
Antes de esto, en el 2008, el Estanquillo incluyó tres fotografías de Smarth en la exhibición Te pareces tanto a mí, curada por Rafael Barajas “El Fisgón”.
Con este esfuerzo, Torrez opina que se marcó el inicio de la revaloración de la obra del fotógrafo jalisciense.
“La obra de Smarth es de alto refinamiento, su calidad técnica e imaginación para crear esos espacios performáticos, diríamos hoy, escenográficos, se ven bien presentados en siete secciones, más un epílogo y un colofón”, sostiene.
A través de Librado García Smarth. Eterno resplandor, el público conocerá cómo el fotógrafo desarrolló un lenguaje propio. Además de ser pionero en publicar un fotolibro, al dar a conocer su trabajo en la revista titulada Pemina, la cual también se puede ver en la muestra.
“Podemos ver primero una fotografía cotidiana, que era importante para la vida de los individuos. Y en una segunda sección, se aprecia una galería de retratos, por ejemplo, de Luis Barragán, que en su momento aparecieron publicados sin el crédito al autor, de Chucho y Antonia Reyes Ferreira y Roberto Montenegro”, abunda.
Asimismo, obras que captan escenas nacionales, fotografías de las series “Las bellas tapatías”, desnudos masculinos que se encuentran entre los primeros en su tipo en la fotografía mexicana e imágenes modernistas de su última etapa.
“Trabajó desde una época muy temprana con los estereotipos nacionales como el de la china poblana, la tehuana, presentamos, por ejemplo, el retrato de Rosa Rolanda, una bailarina de origen norteamericano, que vivió y murió en nuestro país. Gracias a la generosidad de la Fundación Televisa, este retrato se exhibe por primera vez”, explica el curador.
En este vídeo te presentamos a las “Bellas tapatías” retratadas por Smarth. puedes conocer más de este fotógrafo visitando la exposición “Librado García Smarth. Eterno resplandor” #noesunretratoesunsmarth pic.twitter.com/SFkC8wS6tT
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En total se pueden apreciar más de 150 imágenes, así como materiales documentales y hemerográficos, provenientes en su mayoría del acervo del Museo del Estanquillo.
“Para nosotros son imágenes de mucha actualidad. Podemos prácticamente encontrar ahí ecos de fotografías que parecen a las de Robert Mapplethorpe”, platica.
El curador opina que este tipo de exposiciones llevan a reflexionar sobre la historia, la memoria y el olvido. Cuando Manuel Álvarez Bravo recibió el Premio Nacional de Arte, en 1973, Bravo mencionó a cuatro autores que para él fueron determinantes para ser fotógrafo: Hugo Brehme, Gustavo Silva, Juan Ocón y Librado García Smarth.
“En ese tiempo que lo citó nadie tuvo la curiosidad de saber quién era, entonces, a mí me parece que también esta exposición podría hacernos reflexionar sobre cómo se hacen las historias, y por qué, de pronto, olvidamos a algunos personajes que fueron muy significativos en su tiempo”, concluye.