En un mundo no muy lejano, había una vez una novela en la que Botellita de Jeréz hacía un cameo.
Era un lugar muy raro en el que Pedro Fernández vivía el peor momento de su carrera mientras cantaba vestido de “Indiana Jones” una canción pop llamada “Taxi”; Bibi Gaytán cantaba sobre ser “algo más que un buffet para la vista”; Ricky Martin aún no vivía “La Vida Loca” y nuestra probable futura primera dama le hacía de corista enfundada en unos hot pants con lentejuelas.
Ese lugar era “Alcanzar una estrella”, la primera telenovela musical en México y la responsable de que, desde entonces, en cada década tengamos que sufrir la regresión de un grupo/elenco de telenovela como RBD. “Gracias” Luis de Llano.
La novela era habitada por un verdadero supergrupo pop armado por las mentes más creativas del Televisa de los 90. El mundo tenía a “The Travelling Wilburys” como supergrupo, nosotros lo más que logramos fue Muñecos de Papel.
Angélica Rivera es, preferencias políticas aparte, la que salió peor librada de este experimento. Probablemente porque ella no es cantante. Su canción “Nada es tan fácil” tiene una letra obtusa y fuera de su capacidad vocal. Lo mismo se puede decir de su otra canción “Para Llegar”, la cual parece haber sido grabada con un toy piano de baja calidad.
Pero no todo fue malo, por lo menos de ellos nos quedó ”Juego de Ajedrez” de Ricky Martin, que veinte años después sigue siendo una gran canción pop.
Muñecos de Papel logró lo imposible al combinar novela con música pop, hacer doblemente prefabricado un producto musical. Una producción de Televisa.